―En serio Peter, ¡dormirás en el piso!
Él me mira mientras está de pie en la puerta
de mi cuarto de baño apenas en bóxers. Dios, se ve bien.
―No dormiré en el puto piso.
―Tú quisiste venir aquí.
―¿Y?
―Así que dormirás en el suelo.
―Follamos esta noche, ¿O simplemente olvidaste
eso?
Sonrío.
―Y gracias por eso, sigo sin cambiar de
opinión.
―Es una lástima.
Él se sube a la cama y se desliza, yo le doy
un empujón en el pecho, pero no se mueve.
―Eres un idiota.
Se encoge de hombros y yo me volteo, cuando la
luz se apaga, me quedo mirando la oscura pared durante mucho tiempo. Mientras
creo que está dormido, él se da vuelta y se inclina sobre mí, susurrando en mi
oído:
―Realmente no te importa que esté en tu cama.
―¡Me importa!
―No seas rápida, sé que no me odias, así que
deja de actuar como si lo hicieras.
―Desde luego, ¡no me gustas!
―¿Todavía estás enojada porque me fui? Pensé
que era la que querías, que te dejara ir.
―Pensé que éramos amigos al menos y simplemente
te olvidaste de mí.
―Mierda, estaba haciendo lo que te prometí que
haría. ¿Qué es lo que quieres de mí? Te quejaste y gemiste cuando estuviste
allí, deseando irte y cuando te dejo ir, ¡te enojas!
―Quiero dormir ―interrumpo.
―Está bien.
Me doy la vuelta con un gruñido y me toma una
hora caer en un sueño inquieto, sólo para despertar en medio de una pesadilla
sobre Manchez. Mi temor más grande en el mundo es ser atrapada por él. Me
asusta como la mierda. Me levanto sollozando y aferrándome a las sábanas. Estoy
jadeando y temblando. Tengo este maldito sueño todo el tiempo, y sólo se pone
peor y peor.
Peter se sienta, aturdido preguntando qué
sucede. No contesto.
―Hey… ―Pone un brazo alrededor de mí y me
aplasta contra su pecho. Yo gimo y lloro y él me acaricia el cabello―. Fue sólo
un sueño, no permitiré que te haga daño.
Yo hipo y me estiro por él, la desesperación
se hace cargo. Necesito consuelo, quiero comodidad. Sólo necesito que él esté
conmigo, que me acaricie y me toque hasta que todo desaparezca. Encuentro sus
labios y desesperadamente tiro de él hacia mí, con un gemido desliza su lengua
en mi boca para hacerla bailar con la mía. Me muevo hasta que estoy cabalgando
entre sus caderas.
Su dura erección se presiona en mi interior,
haciéndome temblar.
Él me agarra la cara, profundizando el beso.
Mi mente está confusa y sólo quiero comodidad. Es todo lo que necesito. Sólo
comodidad. Él es mi consuelo.
Él agarra mis bragas y me las retira con un
movimiento rápido. No hay tiempo para juegos previos, igual que antes. Sólo nos
deseamos uno al otro, lo deseo dentro de mí, empujándose hasta que duela.
Agarra sus calzoncillos, los tira y baja poco a poco mi sexo húmedo sobre su
pene.
―Dios ―gimo, aferrándome a él.
Siento sus piercings tocar ese sensible punto
dentro de mí, y grito, meciendo las caderas y arañando su pecho.
Él gime y agarra mi trasero y lo utiliza para
jalarme arriba y abajo. Me deslizo fácilmente a lo largo de su longitud, tan
excitada que duele. Sus gemidos irregulares me llenan y me acicatean. Necesito
todo de él. Cada pequeña cosa que pueda conseguir. Mueve las caderas hacia
arriba, causando temblores violentos a través de mi cuerpo. Cuando me vengo a
su alrededor, sus gruñidos llenan mis oídos.
―Me vengo… oh, mierda…
Él se impulsa profundo dentro de mí y me quejo
cuando se aferra a mí y empuja las caderas hacia arriba para que lo ordeñe
hasta la última gota.
Cuando bajo de mi altura, me aparto de él y lo
miro en la oscuridad. Ambos nos quedamos en silencio por un largo momento. No
debería estar haciendo estas cosas, hace que no sea mejor que él.
―Lali…
―Eso no puede volver a suceder.
―¿Por qué no? ―pregunta.
―Porque no es real.
Él se queda en silencio durante un largo
momento.
―¿Es lo que te parece?
―Sí, me robaste mi vida. Pasé por el infierno
y sin embargo estoy tan locamente en…
―¿De qué? ―gruñe.
―No importa, está mal. No debo tener
sentimientos por ti.
―¿Qué importa cómo malditamente empezó?
―¡No es real!
―Es verdad, lo que sentimos entonces no fue
creado en tu mente Lali. ¿Por qué diablos no confías en tu propio juicio?
―Tengo una mente débil Peter, mi madre está en
una institución porque tiene una mente débil también. No confío en que me lleve
por el camino correcto.
―¿Crees que eres débil? Déjame decirte algo,
eres la chica más fuerte en la que he puesto los ojos. Estás lidiando con cosas
que otros no habrían podido manejar. Lo atravesaste todo y aún estás viva. Lo
que sientes es real, y sentirte de la forma en que lo hiciste cuando eras chica
no te hace débil de mente. No eres como tu madre…
―Tú no sabes eso ―le susurro, sintiendo mis
ojos llenarse de lágrimas.
―Sí, lo creo.
―No, no…
―Sí, ¡Malditamente lo hago!
―Me tengo que ir.
―¡Lali!
―Por favor, no vuelvas a hacer eso…
―Tú empezaste, no yo.
―Bueno, lo estoy acabando ―le susurro, después
giro y salgo de la habitación.
Cuando llego a la cama de Jenny y Ava, me
arrastro y me derrumbo. Ellas
me sostienen toda la noche, mientras sollozo mis problemas en la almohada.
CONTINUARÁ...
Massssss quiero otro
ResponderEliminarHasta k Peter no le diga k está enamorado d ella ,se va a sentir así...muy confusa.
ResponderEliminarpeter me parece un tierno aunque sea un secuestrador
ResponderEliminarMasss ++++
ResponderEliminarMe encanta! Jajaja
ResponderEliminarMasss
+++++++++++++
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