domingo, 26 de octubre de 2014

Capítulo 14

En serio, no puedo creer que Peter y su hermano estén en la casa de mis padres por el receso de Acción de Gracias. No solo él no me dijo, tampoco mi hermano. Esto totalmente me molesta. Peter definitivamente va a obtener un oído lleno más adelante.

—¡Oh, Dios mío! ¿No es ese Peter Lanzani? —dice mi hermana Candela desde mi izquierda, donde estamos sentadas en los afelpados sofás blancos de la sala.

—Sí, como que vivo y respiro, ése es Peter Lanzani. —Subo mis manos hasta mi rostro para bloquear los restos del tren que acaban de entrar en mi casa.

—Bueno, sí, arriesgaría a la ira de mi hermano por una oportunidad con él. Maldición, Lali es súper-hot. ¡Mira esos músculos! ¡Debes verte como alguien de 12 años a su lado! —exclama Candela.

—¿De qué están hablando ustedes dos? Estoy tan perdida —nos pregunta Ana desde la derecha en el sofá.

—Mierda. Mira lo que has hecho, Candela. Si ella sabe, todo el mundo lo sabrá en 5 malditos minutos. —Miro furiosamente en su dirección, pero ella aún está mirando a los chicos que caminan hacia la casa de mis padres.

—Ana, si no mantienes tu boca cerrada sobre esto, le diré a Cris sobre ese chico de la facultad con el que te acostaste —le dice Candela sin quitar sus ojos de la puerta delantera. La boca de Ana cae abierta y reprimo una risa.

—¿Cómo diablos sabes de eso? Oh, Dios mío, ¡no le dije a nadie de eso! —exclama.

—Sucedió que el chico lo alardeó en una fiesta en la que Pato estaba. Entonces, como puedes imaginarte, Pato le pateó el trasero y le dijo que se mantuviera alejado de ti y nunca hablar del tema nuevamente —le contesta Candela.

—Entonces, eso es por qué nunca volvió a llamarme. Estaba realmente molesta por eso, tú sabes. Me alegra saber que ustedes sentían la necesidad de no decirme nada —refunfuña—. No diré si no dicen. Nunca le mencioné esto a Cris. Me siento mal sobre eso, entonces, no me des esa mirada, La. Fue un error estúpido que cometí, y si pudiera retirarlo, lo haría. Bien. Ahora cállense porque aquí vienen —finaliza justo antes de que Sarah llegara acompañada por los chicos.

—Ana, Candela, quiero que conozcan a Peter y Bautista Lanzani. Estoy segura que oyeron de Peter desde que Vico habla de él todo el tiempo. Bautista es su hermano menor. Sus padres no podían estar con ellos para las vacaciones, por lo que le dije a Vico que los invitara a quedarse con nosotros. Lali, querida, ¿creo que ya conoces a Peter? ¿Qué hay de Bautista?
—No, señora, no he tenido el placer de conocer a Bautista —le digo mientras me levanto para darle la mano. Es una mentira total. Espero que Peter le haya dicho que actuara como si no me conociera—. Es un placer conocerte.

Me da una mirada engreída.

—Es un gusto conocerte, también. Y a ustedes también, señoritas. —Me guiña el ojo y asiente hacia mis hermanas.

—Es bueno verte nuevamente, Lali. —Peter me sonríe y yo peleo con una sonrisa propia—. Es un gusto conocerlas, señoritas. Vico habla de todas ustedes todo el tiempo.

—¡Oh, Dios, tiemblo de pensar en las cosas que podría decir de nosotras! —dice Ana, sonriendo de oreja a oreja, como el gato que comió la crema. Maldición, eso nunca es bueno.

—No te preocupes, cualquier cosa que haya dicho, probablemente no sea verdad de todos modos. Y tengo algunas historias sobre mi hermano menor que te hará correr hacia las colinas. —Candela se mete antes de que Ana tenga alguna idea.

—No se preocupen, señoritas, todo lo que oí era muy bueno. Él no podría nunca hablar mal sobre ninguna de ustedes. —Peter sonríe cortésmente. Aún me deslumbra cuán encantador es.

—Bueno, vamos a llevarlos a que se establezcan en sus cuartos para la semana, chicos. Es muy afortunado que acabe de tener tres habitaciones disponibles —dice Sarah, dirigiendo a los chicos hacia las escaleras—. Eso me recuerda, ¿a qué hora llegará Euge, Lali?

—Debería estar aquí en una hora. Tenía algunas cosas que terminar antes de llegar —le digo. No sé qué le agarró a Euge. Prácticamente tuve que rogarle que viniera para la semana. No me diría, pero creo que tiene algo que ver con Gastón. No creo que lo haya superado como ella piensa. Esta pareciera ser una semana muy interesante.

—Bueno, ahora que mamá no está en la habitación, ¿qué diablos está pasando entre Vico y Gastón? No los he visto en la garganta del otro desde que eran pequeños —pregunta Candela luego de quitar los ojos de la espalda de mi novio.

—Aparentemente, a Vico le gustaba Euge desde el principio del año, pero no hizo nada hasta después de que Gastón hubo mostrado interés en ella. Se conocieron en la cafetería hace como un mes y medio y se llevaron bien. Euge tuvo muchos problemas y no quiere drama en su vida. Entonces, si los gemelos no tienen cuidado, perderán sus posibilidades con ella.
—Guau, ¿entonces me dices que los chicos están atrás de la misma chica? Eso nunca ha pasado. Ni siquiera tienen los mismos gustos —dice Candela.

Ana se ve interesada, pero creo que es solamente porque le gusta el chismorreo.

—Esto es realmente muy interesante. Que mal que debamos irnos a nuestras respectivas casas, nos perderemos todas las buenas cosas, Cande.

—Sí, pero por suerte tenemos una dulce hermana menor que nos llenará de ellas. —Cande me da una sonrisa come mierda mientras se levanta del sofá.

—Lo harás, ¿no, La? ¡Esto es mejor que mis programas en la TV! —dice Ana mientras también se levanta del sofá.

—No les diré nada. Nada interesante va a pasar. Estamos en casa de nuestros padres, ¡por Dios! —refunfuño.

Ambas me miran desde su posición de pie, haciéndome sentir más pequeña de lo que soy.

—Cierto —dicen al mismo tiempo. Sarah baja las escaleras, sin los Lanzani—. Mamá, ya nos vamos yendo. Estaremos aquí bien temprano el jueves, para ayudar con la cocina —le dice Candela. Las tres se abrazan y Candela y Ana salen por la puerta.
—Ahora, Lali, no tengo que preocuparme por pasajes de cama, ¿o sí? —me pregunta Sarah. Sé que mi cara acaba de tomar el aspecto de un venado frente a los faros.

—Umm, no. No tengo idea a dónde quieres llegar. —Espero que no se de cuenta de mi mentira. Estaba totalmente pensando en pasarme de cama cuando vi a Peter caminar a través de la puerta.

—Bueno, si crees que no me dí cuenta de cómo tú y Peter se miraban, entonces eres bastante tonta. Soy madre de seis chicos. Sé cuando uno de ustedes está tramando algo. —Me mira explícitamente y me encojo interiormente.

—Shh, no dejes que Vico te escuche. Mataría a Peter y preferiría que eso no ocurriera esta semana. —Me frené, tomando un hondo respiro—. Entonces, sí, hemos estado saliendo por un mes, pero ninguno de los dos se siente como para decirle a Vico. No lo sé, se siente como una traición.

—Cariño, no es traición si sientes algo por alguien. El corazón quiere lo que el corazón quiere. Si él no lo entiende, entonces no es un muy buen hermano. Me refiero, él está saliendo con tu mejor amiga, ¿qué tipo de lógica tendría que se enojara contigo si haces lo mismo?

—Creo que no lo pensé de ese modo. Hablaré de esto con Peter más tarde. Oh, y no le digas a papá. Él sacaría a Peter fuera de la casa tan rápido.
—Oh, lo sé, querida. Mis labios están sellados. —Me guiña el ojo antes de irse hacia la cocina.

peter
Creo que me tocó la habitación de una de las hermanas mayores. Hay rosa en todos lados. No es un dolor en el ojo ni nada. Las paredes están pintadas de rosa pálido con molduras blanco crudo. Hay una cómoda blanco crudo en la esquina con un espejo agregado a la parte de arriba y portarretratos por toda su superficie. La cama al menos es de dos plazas con un acolchado de flores rosas. Las tablas de la cabecera y los pies están pintadas del mismo blanco crudo. 

La alfombra es mullida y blanca con tapetes rosas aquí y allá. Definitivamente, no es mi estilo, pero lo soportaré sólo para poder pasar la semana cerca de Lali. La mirada en su cara no tenía precio. De verdad no tenía idea de que venía. Me siento mal por no haberle avisado, pero ella habría intentado que no viniera.

Hay un golpe en la puerta y tengo el presentimiento que es ella. Eso fue rápido. Estoy yendo a abrirla, pero se abre antes de que llegue. Y allí está. Todo su 1.52 metros y está rabiosa.

—¿Qué mierda, Peter? ¿No podías decirle a tu novia que ibas a quedarte en casa de sus padres por una semana entera? ¡Eso parece ser algo que debemos compartir entre nosotros! —Su cara está de un adorablemente rosa por su rabia. Sus manos están en sus delgadas caderas y sus ojos miel están mirándome furiosamente, haciendo agujeros en mí. Agujeros calientes y tórridos.

—Si hubieras sabido, hubieras intentado convencerme de que no viniera, hermosa. Podrás no darte cuenta de eso, pero mi hermano necesita aprender que las demás familias no son como la nuestra. No quiero que crea que es normal tratar a la suya como lo fuimos nosotros cuando se case. —Terminé y así como así, se acabó su rabia. Amo el modo como no se necesita mucho para hacerla feliz nuevamente.

—Bueno, sí, no lo pensé de ese modo. Siento haberte gritado de ese modo. Sólo no sé cómo haremos para que papá y mis hermanos no se enteren. —Su frente se frunce por la concentración.

—¿Qué pasa con tu madrastra y hermanas? —pregunté confundido porque ella no las agregó en la lista.

—Oh, sí, se enteraron no mucho después de que cruzaras la puerta. Bueno, Candela ya sabía porque le cuento todo. Ellas y yo estábamos hablando de eso y Ana escuchó y no puedes ocultarle nada a Sarah. —Terminó mordiendo su labio.

—Sabes que no me importaría si Vico se enterara o no, lo sabes. Eres tú la que tiene el problema de decirle. Él me conoce y sabe que jamás haría nada para lastimarte. —La agarro por los brazos para acercarla a mí. Se siente tan bien tener su cuerpo alineándose con el mío.

—Bueno, esta semana no es el momento para hacerlo. Si papá se enterara, te sacaría de la casa en un instante. No se anda con juegos cuando se trata de sus hijas. Agus, el esposo de Cande, fue atrapado espiando por su ventana una vez y no fue lindo. Aún está asustado de papá. Candela difícilmente consigue que venga aquí cuando está papá. —Me mira con ojos preocupados.

—Está bien, bebé, no nos atraparán ni le diremos a  nadie más, ¿está bien? —Contengo una risa—. Además, Vico me contó de esto una vez. Dijo que fue tu madrastra la que lo atrapó, no tu papá, dijo que lo golpeó hasta dejarlo negro y azul. —Ahora sí me río entre dientes por la mirada conmocionada en su cara.

—Jesús, Candela dijo que fue papá. Es sólo que nunca pensé que Sarah haría algo como eso, pero no puedo culparla. Tiene que lidiar con nosotros seis y los chicos en el refugio diariamente. Es una galletita ruda. —Sonríe y sacude su cabeza—. Bueno, entonces supongo que si te mantienes fuera de mi habitación, entonces deberíamos estar bien.

—Sí, ¿pero tú te mantendrás fuera de la mía? —pregunto con una ceja levantada. Te juro que está tan caliente como yo. Lo que es incluso mejor, es que no tiene miedo de admitirlo.
—Mmm, no lo sé. Te ves tan caliente en esta habitación rosa. Me pone a cien. Me refiero, incluso tienes volantes en tu cama, es tan sexy —se ríe con un sexy sonido gutural y mi pene se sacude. Sí, esta semana tomaré algunas duchas frías.

—Sí, pensé que eso podría excitarte. Tienes algunos fetiches raros ahí —nos reímos fuerte. Nunca solía reírme de estas cosas con nadie. Creo que saca mi parte divertida.

La levanto y la dejo deslizar sus piernas alrededor de mi cintura mientras acaricio su cuello de olor dulce con mi nariz. Sus brazos van alrededor de mi cuello y antes de que me entere de lo que ha pasado, el lóbulo de mi oreja está entre sus dientes. Mierda, se siente bien. Dejo salir un gemido, muevo mis manos hacia su trasero y aprieto.

—Bebé, no hagas eso. Jesús. —Mi voz suena jadeante y no podría importarme menos.

—Mmm. —Es la única respuesta que obtengo antes de que ella traiga sus carnosos labios hacia los míos. Abre rápidamente para mí y nuestras lenguas bailan, haciéndome desear tenerla en una casa donde no hubiera nadie más. No puedo evitar echarme en la cama de espaldas con ella aterrizando suavemente sobre mí. El beso nunca termina y no pasa mucho hasta que siento que estoy siendo devorado por ella. Sabe tan bien con su especiada dulzura. Podría hacer esto todo el tiempo, pero tiene otros planes.
Su mano está desabrochando mis jeans y bajando mi cierre. Llega adentro y empieza a masajear mi rigidez con sus manos suaves y cálidas. Gimo alrededor de sus labios y siento su sonrisa.

—Mierda, se siente bien bebé. —No quería llegar tan lejos, pero tiene mente propia y no hay modo de decirle no a nada.

—Apuesto a que sí. —Envuelve sus pequeñas manos alrededor de mi contorno y sus dedos ni siquiera completan la vuelta. Aún se siente genial mientras los sube y baja. Se ríe entre dientes mientras tiro mi cabeza hacia atrás y arqueo mi espalda.

—Bueno, si quieres jugar ese juego —digo mientras agarro sus caderas. Me estiro para desabrochar sus jeans y mover mi mano bajo sus bragas. Mi mano llega a su piel desnuda y cálida, donde masajeo mi dedo gordo a través de su nudo de nervios. Deja salir un hermoso gemido que silencio con mis labios. Deslizo uno de mis dedos en su humedad y casi me vengo por la intensa reacción que me provoca. Y hago mi camino en esta hermosa criatura. La puse así de mojada. Yo. No entiendes el poder que tiene sobre mí. Esta maravillosa, adorable chica me quiere y aún hay veces en que no lo entiendo.

—Peter —susurra y me pone la piel de gallina. Empujo mi dedo dentro y fuera de ella más rápido. No puedo esperar a ver su cara cuando se venga. Es la cosa más hermosa.

Mis ojos están enfocados en ella hasta que empieza a incrementar la velocidad en mi pene nuevamente. Si no se detiene, voy a perderme la mejor parte, porque mis ojos están cruzados.

—Mierda, mierda, mierda. —¿Por qué me está haciendo esto? Su cadera comienza a empujar contra mi mano y sé que estoy empujando dentro de ella. Sí, no vamos a durar mucho.

—Mírame cuando te vengas —le digo. Sus ojos miel se encuentran con los míos mientras baja su cabeza hacia mí donde nuestros labios se encuentran en un beso devastador. Nuestros ojos nunca dejan los del otro. Empujo mi dedo dentro de ella incluso más fuerte y froto su protuberancia incluso más rápido. No pasa mucho hasta que ella rompe el beso para gritar su placer, sus ojos nunca dejando los míos. Sí, eso es cuando no aguanto más y estalla mi carga en su mano.

Se desploma en mi pecho donde la sostengo contra mí. Corro mis dedos por su hermoso cabello y digo:

—Tenemos que dejar de encontrarnos así, hermosa.

 Se ríe entre dientes y sonrío ante el sonido.


—Personalmente, espero que nos encontremos así todos los días.



CONTINUARÁ... 
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Aquí dejo el último cap del día! No se si subiré mañana porque el martes tengo dos exámenes y tendré que estudiar. De todas formas, si no subo, el martes subo dos. Gracias por firmar!

Capítulo 13

lali
Ha pasado casi un mes desde nuestra noche en el boliche y déjame decirte que fue un memorable mes. Euge y Vico decidieron que querían salir con títulos oficiales y todo. Muy lindo. Actúan como niños de escuela primaria de la mano y ruborizándose todo el tiempo. Ambos parecen felices, así que estoy feliz por ellos.

Gastón ha estado actuando como un cabeza de pene todo el tiempo. Nada nuevo para Vico y yo. Él actúa como el perfecto caballero cuando estamos alrededor de Euge y lo amo por eso. Ella no necesita el drama. Hablé con él sobre el respeto a sus deseos y me pareció llegar a él. Supongo que no acepta el rechazo del todo bien. Es casi triste porque no he visto a ninguno de ellos tener a una chica como esta. Oh, bueno, Gastón tendrá que superarlo.

Los chicos también se relajaron acerca de las citas. Sigo sin creer que Vico no matará a Peter si descubre que hemos estado saliendo fuera durante el último mes. Así que lo hemos estado escondiendo todavía de mi familia. A Euge no le gusta esconderlo de Vico, pero ella quiere una vida libre de drama, así que ha mantenido la boca cerrada. Es realmente agradable salir y no esperar que se presenten y arruinen mi diversión. Peter ha sido maravilloso. Me envía textos cada mañana y noche con un poco de dulzura "Buenos días hermosa" o "Bebé, buenas noches", sí que puede sonar cursi, pero me gusta. Cada vez que fuimos a una cita, tenía una flor para mí. Una rosa, un tulipán, una margarita y un girasol. Los he dejado colgando del techo del dormitorio, así puedo conservarlos para siempre.

Él siempre me lleva a un lugar nuevo. Al mini golf, un paseo por el parque, un restaurante de lujo, y el viernes pasado fuimos al cine, donde me dejó elegir una película para chicas. Aunque no todo es sol y rosas. Discutimos mucho. Nunca se pone violento ni nada de eso. Mayormente me molesto por algo que él dice y lanzo una rabieta o digo algo que no le gusta y lo dice y me molesto y lanzo un ataque. Realmente necesito aprender a controlar mi temperamento mejor. A pesar de que las reconciliaciones valen la pena.

Por ejemplo, gané limpiamente en el mini golf y Peter empezó a jadear y resoplar actuando como un mal perdedor y por supuesto que le grité por eso. No le gustó mucho como podrás adivinar.

—Te equivocas, Lali. No estoy resentido por nada. Soy una roca en mini golf, debes haber hecho trampa —dice desde el lado del conductor de la camioneta. 

Casi obtengo un latigazo mientras mi cabeza gira hacia él.

—¿Perdón? ¿Acabas de acusarme de hacer trampa? —Coloco mis manos en la consola central y me levanto hasta el nivel de sus ojos—. Yo no hago trampas, Peter Lanzani, en cualquier cosa. Será mejor que aprendas muy rápido o no tendrás una lengua después de haberla cortado. —Sí, quizá amenazar con cortarle la lengua era demasiado, pero me molestó como el infierno. Soy el producto de fraudes y no puedes acusarme de ello y esperar que esté bien.

Me mira a los ojos y sonríe.

—¿Acabas de amenazar con cortar mi lengua? ¿Tú y qué ejército? —se ríe, pero sus ojos dicen una historia diferente. Él estaba enojado porque lo amenacé. 

—Sí, lo hice y no necesito un ejército. Cuando pongo mi mente en algo me apego a ello. Si realmente quisiera cortarte la lengua, lo haría. 

—Cálmate, Lali. No hay necesidad de que saques tus bragas en un fajo, está bien si hiciste trampa. Todo lo que tenías que hacer era decirme que te dejara ganar.

Eso fue todo, había pasado de enojada a furiosa.

—No te hice trampa, idiota. ¡Si supieras algo de mí, sabrías que nunca hago trampa en nada ya que soy producto de un hombre que engañó a su esposa! —grité a su cara.

Su rostro se drenó de color después de eso.

—Lali, lo siento, no lo pensé de esa manera. — Alcanzo mi mano, pero la alejé.

—Sí, ese es el problema con los hombres en mi vida. No piensan acerca de mis sentimientos. Sólo hacen y dicen lo que quieran conmigo y creen que deberían salirse con la suya. No eres diferente. —Hago una pausa para recuperar el aliento antes de que tuviera un ataque de pánico—. Ellos no se salen con la suya, Y tú tampoco, Peter. Todos aprenderán que no pueden pasar sobre mí. 

Después de eso me lancé a abrir la puerta de la camioneta y comencé a caminar a casa por mi cuenta. Estaba muy enfadada con él y no quería estar en el mismo espacio en ese momento. Pero él no me dejaría lograrlo. 

—Lali, si crees que voy a dejar que camines a casa por tu cuenta, debes ser muy estúpida. —Llegó su voz detrás de mí. 

—No soy estúpida. Tú lo eres —me mofé sobre mi hombro. 

—¿Te sientes mejor? —preguntó con una sonrisa en su voz. Me volví hacia él sintiendo mi ira saliendo de mí.

—Sí, me siento mucho mejor. —Le sonreí y agregué:  —Pero estás siendo estúpido.  Él se echó a reír desde el fondo de sus entrañas.
—Está bien, hermosa, estoy siendo estúpido. Ahora entra en el camión. 

Después de llegar a la camioneta, no le tomó mucho tiempo antes de que él me tuviera en su regazo y tomara mi boca en un duro beso. Era el tipo de beso que te deja sin aliento y con ganas de más. La clase que tiene tu piel en fuego y con necesidad de meterse en la persona que estás besando. A veces me siento como si estuviera siendo consumida cuando nos besamos así. Casi da miedo la química entre nosotros. Lo siento en el aire cuando estoy cerca de él. Me atrae hacia él como si pudiera morir si no lo tocara, su sabor. 

Antes de que pienses que todo es físico, también pasamos mucho tiempo hablando de cualquier cosa y de todo. Siento que lo conozco de toda mi vida. No pensarías que la chica socialmente torpe y la caliente estrella del fútbol americano tendrían mucho en común, pero nosotros sí. Puedo decirle algo y él no me juzga. Incluso piensa que es sexy cuando me enojo y lanzo un ataque. Algo sobre el rubor de mi cara y la forma de defenderme. Nunca he conocido a nadie como él. Lo mucho que ama a su hermano pequeño es suficiente para que una chica se enamore. No sé si yo rechazaría una beca completa a una universidad de renombre para quedarme con mi hermanito. Pero Bautista es más importante para él, que el fútbol americano o cualquier otra cosa que importe. Él definitivamente no es de sólo un lado. Espera... ¿dije amor?

peter
Este último mes ha sido uno de los mejores de mi vida. Lali no es lo que yo esperaba en absoluto. Es el dulce aire que he necesitado en mi vida durante mucho tiempo. Estaba un poco preocupado después de la forma en que saltó a la conclusión sobre verme discutiendo con Maria, pero no lo ha hecho desde entonces. De hecho, si algo la está molestando me lo deja saber. Oh, ella todavía podría estar molesta por eso, pero eso está bien conmigo siempre que está enojada es la cosa más caliente que he visto. Su cara se pone toda sonrojada y sus manos siempre aterrizan en las caderas atrayéndome en curvas que ella no cree que tiene. Mi miembro se endurece cada vez que lo veo. Tal vez sea el hecho de que ella no se guarda nada cuando está enojada. Lo deja todo en su gutural voz seductora baja. Me encanta cuando sus ojos tienen chispas casi haciéndolos brillar. Todo lo que quiero hacer cuando se pone de esa manera es aplastarla en mi cuerpo y frotarlo sobre ella.

Estoy casi convencido de que es un ángel. La forma en que sonríe, Dios, me derrito por dentro. Ella podía conseguir cualquier cosa que quiera de mí con esa sonrisa. Casi flota en la forma en que camina. Es casi como si sus pies delicados no tocaran el suelo. Su exterior es francamente sexy, pero su interior es tan bueno. No es mala ni cruel acerca de todo lo que es necesario, es un cambio de Maria, cuya boca siempre tiene algo horrible que decir. Realmente ama a todos en su familia, la podrían llevar a la locura, pero si la llaman iría corriendo. Maria trata a sus padres como esclavos y es francamente sádica con su hermana pequeña. Dios, odio a esa perra. 

No puedo atreverme a tener relaciones sexuales con Lali, sin embargo. No importa lo mucho que quiera o lo maldito mal que quiera. No sólo es la hermanita de mi mejor amigo, es la única mujer que realmente me ha preocupado. Me hace desear cosas que nunca he querido antes. Una cerca blanca, dos niños y medio y un perro. Sé que sólo ha pasado un mes, pero siento que la he conocido de siempre. No quiero arruinar eso con sexo. Dios, sueno como una maldita chica. No sé lo que es, pero quiero que esté completamente lista. Demonios, quiero estar completamente listo. Nunca he tomado la virginidad de alguien antes. Es un paso enorme, no sólo para mí,  para ella también. Supongo que quiero que esté absolutamente segura de que quiera que la tome. Parece enloquecer extremadamente si le digo que no, no vamos a hacerlo todavía.

Recuerdo que la semana pasada después del partido, llegó a mi casa para que pudiéramos pasar el rato. Nosotros, por supuesto, comenzamos jugando y sin darme cuenta había conseguido desnudarla. 

—Tenemos que parar, Lali —le había dicho. 

—¿Por qué? —Ella lucía realmente decepcionada, pero no pude llegar hasta el final. 
—Debido a que no estás preparada para ello. —Sí, fue algo malo que decir porque ella explotó. 

—¿Perdón? ¿Cómo demonios ibas a saber si estoy lista o no? —se burló ella en la cara.

—Lo sé porque no me has conocido el tiempo suficiente para que me quieras dar tu virginidad. —Me ruboricé como una colegiala inocente. La palabra virginidad me hace sentir incómodo. 

—Puedo darle mi virginidad a quien yo quiera. No me pongas toda caliente y mojada y no llegues hasta el final. Eso es cruel. —Ella parecía calmarse y agregó:  —Mira, no estoy diciendo que estoy enamorada o quiero casarme, tú eres otra cosa pero realmente me gustas. Siento como que he llegado a conocerte muy bien y sé que no tomarías este tipo de cosas por sentado. Eso me gusta de ti. Me haces sentir tan especial, e incluso si nos separamos en una semana, no me arrepentiría de dártela. —Sonrió con su sonrisa de ángel y yo quería seguir con ello, pero no podía. 

—Mira, Lali, no quiero que pienses que no quiero hacer esto contigo. Infiernos, incluso cuando entras en la habitación se me pone dura. —Hice una pausa y sonreí mientras se reía—. Pero no estoy listo para llevar nuestra relación a ese nivel. Eso es una gran responsabilidad para mí llevarla, Lali. Sigo sintiendo que podría estropear todo o algo así.
—Siento haberte gritado. Supongo que no pensé en ello desde tu punto de vista. Podría haber sido egoísta y pensar que era todo acerca de mí. —Ella sonrió tímidamente. 

—¿Sólo un poco? —pregunté con una sonrisa.

—De acuerdo, mucho. No estoy acostumbrada a estar en una relación y podría cometer errores, pero quiero que sepas que al final siempre voy a respetar tus deseos sobre las cosas. Si no estás listo, entonces no estás listo. Voy a dejar de presionar tanto —dijo mientras se arrastraba hacia mi regazo hasta la boquilla de la cara. 

—Lo sé, bebé. Me siento como una chica total con toda esta mierda de espera —le dije mientras pasaba los dedos a través de su pelo suave como la seda. 

—Sí, totalmente suenas como una. Pero me gusta. Siento que no eres así con nadie más.

—¿Cómo qué? 

—Real. No creo que seas así de real con nadie más. Acabas de abrirte tan bien para mí. No tienes que tratar de arrastrarlo fuera de ti como lo hago con mis hermanos estúpidos. Creo que eso es lo que más me gusta de ti. 
 
Creo que eso es cuando me doy cuenta de que tenía mi corazón en las palmas de sus manos. Ella podría hacerlo o romper conmigo.

Siendo una persona que tiene el control en la mano sobre mis emociones y mi camino en la vida es una cosa de miedo. No creo que pueda sobrevivir si ella me dejara. Sólo espero resolver esto. Después de eso fuimos a dormir para despertar a un brillante y hermoso domingo.

Los domingos se han convertido en mi día favorito de la semana. Voy a recogerla desde los dormitorios y traerla de vuelta a la casa. Siempre terminamos tumbados en el sofá, envueltos uno alrededor del otro mientras veo fútbol americano y ella lee. Me hace sentir tan bien. Todo lo que apesta en mi vida no parece importar cuando la tengo. Nos podríamos sentar allí durante horas sin decir una cosa y no sentirnos incómodos o aburridos. Sólo el sonido de sus páginas al moverse de un tirón y al girarme entre los juegos. Podría acostumbrarme a ella por el resto de mi vida. 

Cuando Vico se enteró que Bautista y yo no teníamos ningún plan para la semana de Acción de Gracias, nos invitó a la casa de sus padres. Casi le dije que no, pero no podía perder la oportunidad de estar todo el tiempo que pudiera con Lali. Ah, y ella no sabe que nosotros vamos, lo que debería ser un verdadero regalo.

Supongo que Vico no quiere quedar atrapado allí sin nada que hacer. Al parecer, Euge está yendo también, así que creo que más bien quiere un respaldo si Gastón empieza algo. Dudo sin embargo ya que esta es la casa de sus padres. Estoy un poco emocionado ya que no tengo idea de lo que las reuniones familiares significan ya que mis padres nunca estuvieron alrededor de cualquiera de nosotros. Sólo espero que pueda mantener mis manos fuera de Lali. 

Bautista está más que emocionado. Creo que se aburre cuando está fuera de la escuela y está sólo alrededor de nosotros. O tal vez está igual de entusiasmado con la interacción con una familia real. Sé que es lo que quiere más que nada. Ojala pudiera darle eso, pero no puedo, y me duele más y más cada día. Un niño de su edad necesita su padre alrededor. Hablando de ser padre antes de que estés listo. A veces siento que es mi hijo. Le enseñé todo lo que sabe. Fútbol americano, fútbol, béisbol, andar en bicicleta, e incluso cómo hablar con las chicas. Besé sus arañazos y puse curitas en cualquier cosa que sangraba. Le ayudé a volver a dormir después de un mal sueño o le hice comer cuando tenía hambre. Cada día me gustaría que mis padres fueran a ver lo que están haciendo con él, lo que estaban haciéndome a mí. No es justo para ninguno de nosotros ser sometidos a este tipo de miseria. Veo a la gente como Maria dar a sus familias por sentado cuando no se dan cuenta de lo que falta. Lo que no voy a dejar es que me deprima esta semana voy a disfrutar de mi tiempo con Lali y su familia y que mi hermano experimente como son las verdaderas familias.


CONTNIUARÁ...

  

Capítulo 12

lali
—Está bien, ¿así que no sólo estás saliendo con Vico si no también tienes algo con Gastón? ¿Me estás jodiendo? ¿Porque estoy escuchando esto hasta ahora? —Tomo una respiración profunda y espero impaciente la respuesta de Euge. 

—Lo estás escuchando hasta ahora porque no te quería en medio de esto. Has estado saliendo con Peter y no quería que te preocuparas por mí. Mira, me encontré con Gastón en la cafetería hace dos semanas, pero yo no sabía que era el hermano gemelo de Vico. Quiero decir, no lucen iguales. Pero ahora sé que son muy diferentes, pues es un total idiota. Quiero decir, ¡él dijo que me llamaría y han pasado semanas y no me ha dicho nada! Al menos Vico sabe cómo mantener su palabra.   

Ella se pasea alrededor del baño mordisqueando su uña. Me siento mal por ella. Como alguien que ha tenido que aguantarse a esos dos, no querría estar entre ellos tampoco.

—Bueno, eso suena muy Gastón y no quieres tener nada mas con él, creo, es del tipo fácil y tú no eres así. Vico puede hablar mucho de futbol americano, pero no tendrá sexo contigo y luego no te llamara.

—Exacto, yo sabía que Gastón jugaba conmigo, pero era tan tierno y comprensivo. Quiero decir, ¡volqué mi comida accidentalmente sobre él! Conocía esa sonrisa, estaba por encima de la de cualquier chico malo. En ese momento hubiera dado lo que sea por conocerlo pues no pensaba que Vico volviera a hablarme. Ahora ellos están actuando como completos idiotas conmigo, no quiero drama, Lali, no puedo manejarlo después de todo lo que he pasado. —Está a punto de llorar. Extiendo mi mano  y ella me abraza.

—Lo sé, cariño. Voy a hablar con Gastón y decirle que lo supere. Él necesita respetar tu deseo de estar con Vico o lo que sea que ustedes estén haciendo.

—No sé lo que estamos haciendo. Él me habla en las prácticas, pero nunca hemos discutido lo que pasa entre nosotros. No sé si debería haber algo, quiero decir, ¡esto ya es muy dramático y ni siquiera estoy con ninguno de los dos!

—Lo que necesitas es preguntarle. Pienso que el único drama que puedes obtener en este momento es con Gastón, pero le voy a decir que se aleje, No va a ser como la última vez. —Hace como un año, Euge rompió con su novio de hacía muchos años y él no lo tomó muy bien. Empezó a decirle a todo el mundo que ella era una zorra y una persona horrenda. Llegó al punto en que ella no podía salir a la calle sin escuchar su nombre y sin que destrozaran sus cosas. Ella me dijo que cuando fue a usar su vestido de graduación, éste tenía escrito con spray PUTA. Afortunadamente tenía otro vestido, pero esas cosas no son algo que se deba enfrentar con una ruptura.

—No puedo pasar por eso de nuevo, Lali. Lo que Joaquin me hizo pasar fue horrible y algunas veces no puedo creerlo,   ¡yo que pensé que lo conocía!

—Lo sé cariño, pero ninguno de mis hermanos es así. Vico no podría irrespetar a una chica y Gastón es más de ser irrespetado por ellas.
Ella sonríe.

—Está bien, puedes ir a jugar hockey aéreo con Peter o algo mientras tengo una charla con Vico, ¿por favor?

—Seguro, sólo envíalo por acá —lo dije sin tener la intención de salir del baño. No lo he visto desde el lunes en la mañana y estoy deseando un poco de acción.

Espero cerca de 5 minutos antes de escuchar a alguien viniendo por el pasillo del salón de juegos. Es Peter. Rápidamente agarro su brazo y lo meto al baño conmigo. Mis brazos inmediatamente encuentran su cuello y lo llevo directamente a mis labios. Él los tiene abiertos por la sorpresa y rápido introduzco mi lengua en su boca. Le doy crédito, pues no le toma mucho recuperarse del shock en el que estaba y levantarme poniendo mi culo en el mostrador junto al fregadero. Siento sus manos en la piel de mi estómago donde las resbala bajo mi camisa. Mi piel entra en erupción y  se eriza con cada caricia. No estoy ayudándome a mí misma cuando empiezo a desabrochar su camisa. Sus labios nunca dejan los míos y él tira sus hombros hacia atrás para sacarse la camisa. No puedo ver nada con la luz apagada, así que las encendí, luego de tirar de sus labios. Quiero decir, por favor, ¡tengo a Peter Lanzani sin camisa, tengo que echar un vistazo!

El recuerdo borroso que tengo de él sin camisa no se acerca ni un poco a la realidad. Tiene esa arrogante sonrisa en su cara mientras lo devoro con la mirada. Se puede decir que funciona, vaya que sí funciona. Sus abdominales son perfectos y duros, me hacen sentir como si pudiera lavar mi ropa en ellos. Su pecho es amplio y bien formado. Y sus pequeños pezones cafés y no puedo dejar de inclinarme y chupárselos. Él aleja mi cara de su cuerpo 

—Nada de eso, bebé, o voy a perder el control.

Lo agarro de su cintura y lo pongo de vuelta entre mis piernas.

—Puede que quiera que lo pierdas.

—Dios, eres una zorra —se ríe inclinándose para besar y mordisquear mi cuello. Dejo escapar un gemido.

—Ahora soy yo la que voy a perderlo —digo tirando de su cabeza y poniendo mis labios sobre los suyos de nuevo.

Nuestras lenguas se encuentran casi al instante. Lo succiono con mi boca para no dejarlo ir cuando intenta alejarse. Se pone mucho más caliente luego de eso. Antes de siquiera poder parpadear, mi camisa está sobre mi cabeza, mi sujetador le sigue y rápidamente estamos piel con piel y se siente tan delicioso frotarse con él mientras gime.

—Bebé, para. Estoy a punto de perder el control.
—Umm como dije… tal vez yo quiero que lo pierdas.
—No, no quieres, no en un baño.

—Shhh, hablas mucho —digo eso mientras beso y lamo su cuello. Antes de darme cuenta, me levanta del mostrador y me pone en el suelo donde procede a desabotonar mis vaqueros y los coloca más abajo de mi cadera. Luego me levanta y me pone de nuevo en el mostrador. Pone su frente en la mía diciendo.

—¿Esto es lo que quieres, Lali? —susurra en mis labios mientras sus dedos trazan el camino al interior de mis bragas. 

—Sí —gimo besando su boca.

Sin aviso, introduce su grueso dedo en mi calor húmedo.

—Estás tan apretada, bebé. No sabes lo mucho que me excita que nadie ha estado aquí, sólo yo  —dice sin aliento contra mis labios.

La única respuesta que obtiene es mi gemido de placer puro. Su dedo continúa empujando lentamente mientras me devora la boca. Sin darme cuenta, su dedo comienza a moverse más rápido y su pulgar encuentra mi clítoris frotándolo lentamente.

Ahí es cuando comienza el hormigueo en mi cuerpo desde el centro del placer. Dios, esto es maravilloso y mis caderas se mueven para encontrar su mano en una danza sensual.
—Vamos bebé, córrete para mí, sobre mi mano. —Y eso es todo lo que necesito antes de caer en el abismo. Cubre mi boca para atrapar mi grito de placer. Me estoy aferrando a él desesperadamente y mis pies se encogen dentro de mis botas. Sí, realmente consigo todo lo mejor del sexo y su nombre es Peter Lanzani.

Peter
Está bien, esta es la segunda vez desde que era un adolescente que me he corrido en mis pantalones. Espero que no se convierta en un hábito, pero supongo que esto es lo que ella produce en mí, no puedo ni controlar mis partes del cuerpo.

—¿Umm lo hiciste…? Tú sabes, ¿en tus pantalones otra vez? —pregunta tímidamente.

—Sí, hermosa, lo hice. Parece que no puedo ni controlarme a mí mismo cerca de ti —respondo pasando mis dedos en su rebelde cabello.

—Lo siento, no sé qué me ha pasado. Haces saltar mis hormonas o algo así. —Toma mi mano y me da un beso encima en la palma luciendo absorta en sus pensamientos.

—¿Que pasa, hermosa? —pregunto plantando un beso en su frente.

—No tengo idea de cómo vamos a pasar frente a Vico sin lucir como si acabáramos de estar tonteando en el baño. —Se sonroja.

—Bien, pienso que podemos hacer algo conmigo, pero tú estás sonrojada y tu cabello está más salvaje que antes. A mí me encanta, pero a tu hermano, no creo —le digo tímidamente.

—Ugh, él va a matarnos —dice mirándose al espejo mientras trata de acomodarse sus rulos con los dedos. Pienso que se dio cuenta de que no llevaba blusa porque sus mejillas se enrojecieron más y miró su pecho. Me río entre dientes mientras recojo su ropa. Me volteo para verla y ponerle su sujetador y blusa.

—Nunca pensé que ponerle la ropa a una chica sería tan caliente. —Y hablo totalmente en serio. Parece que el pequeño Pit quiere jugar de nuevo.  

—Hmm, déjame intentarlo —dice mientras agarra mi camisa. Después del último botón, ella continua—. Sí… no fue muy caliente para mí. Pero luces excelente en esta camisa. —Haciéndome un guiño y volteándose de nuevo para mirarse en el espejo.

Abro el grifo del agua y pongo mis manos bajo el agua y salpico tanto como puedo en mi entrepierna. Lali rompe a reír. Es tan sexy. En un tono bajo y rudo.

 —¿Que es tan gracioso, bebé? 
—¡Jamás habría pensado en eso! ¡Buena idea! —Ella sonríe de oreja a oreja. Está bien, realmente necesitamos salir de este baño. No puedo aguantar mucho más teniéndola recostada en el mostrador.

—Gracias. Deberíamos salir antes de que tu hermano se dé cuenta de que no estamos jugando Hockey aéreo.

Destrabo la puerta, la abro y oigo la voz de Vico en el pasillo:

—¿A dónde carajo se pudieron ir?

—No lo sé. ¿Quizá algo sucedió? —Escuche decir a Euge. Mierda

—No te preocupes por esto, tengo una idea. Sólo sígueme —susurra Lali detrás de mí.

Ella sale del baño dejando la puerta abierta. Supongo que debía seguirla.

—Hola chicos, ¿qué pasa? —pregunta Lali calmadamente.

—¿Qué carajo están haciendo en el baño? —pregunta Vico con una mirada de odio hacia mí.

—Tiré un poco de coca en el pantalón de Peter. Así que lo llevé al baño para sacar la mancha —dice ella poniendo sus manos en las caderas—. ¿Hay algún problema con eso? ¿O debo dejar que camine con una gran mancha de coca en su entrepierna? —Ella golpea con el pie y dirige una mirada que congela a todo el mundo, tenía ese poder irradiando de su delgado cuerpo. 

—No quise dar a entender que ustedes estuvieran haciendo algo, pero parecía extraño que salieran del baño… juntos. —Él me mira fijamente.

—Lo siento, ella insistió, no me hubiera molestado nada, pero puede ser muy insistente cuando quiere —digo sonriéndole a Lali.

—No soy insistente, sólo me gusta salirme con la mía. —Sonríe hacia mí guiñándome el ojo.

—Dejen de coquetear. No quiero tener que matar a Peter —dice Vico.

—Sí, ¡vamos a jugar! Por eso estamos aquí, ¿no? —afirma Euge mientras camina hacia Vico, lo agarra de la mano y se van por el pasillo hacia las pistas.

Cuando salieron, agarro a mi pequeña zorra por la cintura y me agacho para plantarle un beso en sus dulces labios. Dibujo un camino de besos hacia su oreja donde susurro:

—Eres increíble.
Ella tiembla mientras responde:
—Lo intento. ¿Por qué fue esto?


—Imagino que Vico y yo andaremos juntos, así que tendré que mantener mis manos lejos de ti por el resto de la noche. Así que este fue tu beso de buenas noches. —Sonrío y la empujo al pasillo. Terminamos jugando dos juegos y las chicas ganaron las dos veces dejando a Vico cabreado, sin embargo él era un gran deportista. Fue muy difícil ver a Lali toda la noche sin poder tocarla o besarla. Pude oler su dulce esencia en mis dedos toda la noche y esto casi me mata. Para el momento en que dejamos a las chicas fuera del dormitorio, yo necesitaba una ducha fría. 


CONTINUARÁ...