domingo, 26 de octubre de 2014

Capítulo 11

lali
Euge está paseando alrededor de nuestro dormitorio como un animal enjaulado. No tengo idea de por qué ella está tan nerviosa. No es como si nunca hubiera tenido citas antes. 

Yo diría que es una cita doble, pero ya que Vico no puede saber que estoy viendo a Peter, entonces es sólo su cita y nosotros jugamos a ser sus compañeros de cita. 

—Euge, estás haciendo un hoyo en el suelo. ¿Cuál es tu problema?

—Está bien, esto queda entre tú y yo. Nunca he tenido una cita con alguien que realmente me gustara antes. Estoy muy nerviosa. Tu hermano es como el mejor hombre que he conocido y no quiero meter la pata —declara mientras masticaba una de sus uñas rojo cereza.

—Deja de masticar eso o vas a arruinar tu manicura —bromeo desde mi lugar acostada en mi cama—. Además no tienes nada de qué preocuparte. Debes realmente gustarle a Vico porque nunca he oído hablar de él yendo a una cita. Quiero decir, sé que  le gustan las mujeres y todo, pero es como si no quisiera salir herido.

—Oh, eso tiene que ver con Maria y Peter. No quiere acabar como él. Maria es una perra loca, no lo culpo, yo estaría asustada de salir con ella.
—¿Qué quieres decir?

—Maria se acostó con todos los hombres disponibles cuando estaba con Peter. Lo trató como mierda. Escuché que fue una mala relación y Vico dijo que le asustaban un montón las citas.

—Bueno, mierda, no hay razón para temerle a las citas. Ella es una en un millón. Bueno, tal vez conozco algunas chicas que pueden ser un poco locas, pero mierda, no todas las chicas anhelan ser tratadas como unas putas sobre las camionetas de sus ex para dar a entender algo.

—Sí, eso es una locura. Él dijo que vio a Peter romperse. Y aún se siente culpable por no haber ayudado a Peter. Pero de acuerdo con Vico, Peter es un tipo bastante callado, casi ni siquiera abre la boca.

—No lo culpo realmente. Me refiero a que, mira su relación con Claire, además de su mala relación con sus padres. Yo sería una pared de ladrillos. —Me detuve pensando si debería compartir este dato con ella. ¡Oh, al infierno!—. Me dijo que yo lo hacía sentir fuera de control. Lo que no parece tan malo para mí, pero creo que a él no le gusta ser así.

—Totalmente, apuesto a que a él le gusta dominar en la cama, si sabes lo que quiero decir.

Me echo a reír antes de contestar. 
—No lo creo. No recuerdo la noche de la fiesta con claridad, pero no creo que haya tratado de atarme o darme nalgadas. Y cuando las cosas se pusieron calientes en el camión la semana pasada, me dejo tomar el control y hacer lo que quería.

—Eso es caliente. Cuando el chico permite que asumas el control y hagas lo que quieras.  —Ella cambió su expresión como si estuviera realmente caliente—. No puedo soportar cuando ellos lo hacen todo, y esperan que te quedes allí con las piernas abiertas y no hagas nada. Totalmente aburrido.

—¡Oh mi Dios, demasiada información! ¡Entiendo que no eres la Virgen María o lo que sea, pero soy un poco inocente y estás haciendo que mis oídos sangren!

—Tal vez eres virgen, pero no eres virginal de ninguna manera. Tienes esta presencia cuando caminas, he visto bastantes chicos babeando detrás de ti.

—Como sea, Euge, sólo estaban mirándome a mí, así no pensarías que ellos te estaban mirando a ti. —Sonreí mientras ella me contestaba sonriendo de oreja a oreja.

—¡Sí, sigue diciéndote esas cosas, dulzura!

En ese momento mi celular sonó anunciando que los chicos estaban aquí.

 —¿Estas lista para ir?
—Sí, lo más lista que podría estar. ¡Estoy más nerviosa que una virgen en su noche de bodas!

—Caray, ¿perder la virginidad es tan malo?

Ella parecía querer echarse a reír a carcajadas. 

—No, no es tan malo. Duele y pica por un tiempo pero después de la primera vez, ¡tú estás lista para empezar! —Echa su cabeza para atrás mientras ríe—. El sexo sólo se pone mejor con el tiempo, cariño, lo harás si sigues con Peter más tiempo. Lo hizo con una de las chicas del equipo hace dos semanas. Ella dijo que la mantuvo despierta toda la noche. Ese es el tipo de hombre que quiero. —Me guiña un ojo mientras se dirige hacia abajo por las escaleras. 

Genial, justo lo que necesitaba, más pensamientos sucios sobre Peter. Supongo que ella no se da cuenta que ya los tengo. El hecho de que yo sea virgen no quiere decir que no sepa cómo funciona. 

Mientras hago mi camino hacia el vestíbulo, atrapo a Vico dándole una rosa roja a Euge. Ella luce radiante de la cabeza a los pies. Esto me hace pensar en la rosa roja en mi habitación que Peter me había dado la semana pasada. Mmm, me pregunto si a Vico se le ocurrió la idea por eso.  Me encuentro con los ojos de Peter y me regala un guiño. Sip, es de ahí de donde se le ocurrió la idea. Le doy una buena sonrisa después de saludar a mi hermano con un abrazo. Me detengo cuando noto su ojo morado. 
—¿Quién te ha pegado?
—Mi hermano pequeño me tiro una pelota de futbol americano mientras no estaba mirando.

Me detengo a mí misma para no tocarlo. 

—¿Duele?

—Ya ni siquiera lo noto, ahora que estás aquí. —Me sonríe antes de ser interrumpido por Vico.

Antes de que me diera cuenta, ya estábamos en el Range Rover de Peter camino a la Bolera local. Yo no había jugado a los bolos en años, solía jugar en un equipo cuando era chica. Soy bastante buena, si no me lo digo a mí misma.

Vico decidió ir al frente con Peter mientras que Euge y yo nos quedamos en la parte trasera. Me quedé mirando partes de Peter a través del espejo retrovisor. Cada vez que me miraba de vuelta, me mordía los labios para no sonreír de oreja a oreja.  Estuve a punto de perderme en sus ojos color chocolate, pero Euge me trajo de vuelta con un codazo.

—Deja lo de las miradas antes que Vico se dé cuenta —susurra en mi oído.  Asiento y dejo de mirar el espejo.

peter
Dios, ella se ve tan hermosa. Está usando su pelo suelto y casi salvaje con todos sus rizos desordenados. Sus ojos miel delineados con negro, forman una bomba junto a su camisa negra de corte bajo que también lleva. No puedo dejar de pensar en lo grande que su culo se ve en esos jeans, o en la forma que las botas negras hasta las rodillas abrazan sus piernas.

Los cuatro estamos sentados en uno de los diez carriles de la bolera. No juego mucho a los bolos, pero haría cualquier cosa para pasar el tiempo con Lali. Pedimos una pizza de pepperoni grande cuando entramos y  procedimos a llenarnos. Euge y Vico charlan tranquilamente con sus cabezas juntas. Estoy contento porque Vico se merece un poco de diversión después de todo el duro trabajo que hace en el equipo.

Estiro mi mano hacia el muslo de Lali, que está sentada a mi lado. Ella se remueve un poco y se ruboriza pero nuestros compañeros no parecen notarlo porque están demasiado absortos en sí mismos. Ahora me toca sacudirme a mí cuando su mano cae sobre la mía dibujando círculos con sus uñas cortas. Me estremezco aunque sea totalmente afeminado, lo sé. Pero tengo una cosa por las uñas.

—Bueno, veo que la fiesta empezó sin mí, deberías esperar, hermano  —dice un tipo rubio alto. Supongo que es bien parecido con su pelo desordenado, piercings y ojos azul claro. Lleva alguna insignia de una banda de la que nunca he oído hablar, oh y hay pintura sobre sus jeans. Su cara me parece familiar y ahí es cuando me doy cuenta de que es Gastón, el otro gemelo.

Rápidamente quito mi mano de la pierna de Lali con la esperanza de que no haya visto nada. 

—Hola, es un placer conocerte finalmente, soy Peter Lanzani —digo estirando mi mano.

Me mira de arriba abajo y luego sonríe. Toma mi mano mientras responde: 

—Encantado de conocerte, finalmente el hombre que mis hermanos aman.

Vico luce enojado, y hace su reaparición. 

—Oh, ¿finalmente encontraste tus femeninos pinceles y terminaste de pintar el arco iris de colores?

Una mirada oscura pasa por el rostro de Gastón, pero Lali lo interrumpe antes de que incluso comience a decir algo.

—¡Al infierno, Victorio! Yo también pinto, ¿sabes? Además sus pinturas no son femeninas, son increíbles, tú desearías lograr hazañas como esas.

—Gracias, La, pero realmente no importa lo que él piense. Sólo se preocupa por el futbol americano y no sabría distinguir el arte bueno aunque lo golpearas con uno en la cabeza.

—¿Qué pasa entre ustedes dos? —pregunta Lali deliberadamente mirando a Gastón.

—Nada, La. ¿Sabes? Tengo que salir de aquí, tengo otras cosas que preferiría estar haciendo. —Él lo dice para todos, pero mira fijamente a Euge. ¿Qué es esto?

—Sí. ¿Por qué no te vas a hacer eso? No debería haberte invitado para empezar —se burla Vico.

Gastón le da una mirada que congelaría el infierno y volvió a salir. Sí, definitivamente no tenía idea de que iba eso. Siempre que Vico hablaba de su gemelo, no había nada más que amor para él.

—Victorio, ¿por qué demonios estás siendo tan malo con él? ¿Cuál es tu maldito problema? —Lali prácticamente le grita a Vico.

—Él es un total idiota, déjalo ir, ya no lo quiero aquí. Puede permanecer lo más lejos posible de mí, si sabe lo que es bueno para él —dice y mira hacia el otro lado de la mesa a través de la vereda.

—Umm, si ustedes me disculpan, tengo que ir al baño de damas. Lali, ¿puedes venir conmigo? —lanza Euge después del comentario enojado de Vico.

—Por supuesto —acepta Lali y aprovecha para tocarme el muslo para que la deje pasar. Cuando se van, empiezo a preguntar a Jaden. 
—Umm, sí, ¿qué fue eso en realidad?

—Él tiene algo por Euge. Al parecer, se conocieron en una cafetería y ella causó una buena impresión. Ella no siente lo mismo y optó por salir conmigo esta noche. A Gastón no le gustó eso. Le dije que yo la había visto primero —afirma mientras mete y saca el pitillo de su Coca-Cola.

—Bueno, esa no es una razón para que pelees con él. No está haciendo un movimiento con ella ni nada. ¿Es que nunca les gustó la misma persona antes?

—No, no realmente. Nos gustan tipos de chicas completamente diferentes. A él le van las fáciles y calientes. Yo soy de algo más de una noche y no me importa cómo se vean por fuera, siempre que por dentro sean buenas.

—Bueno, Euge es caliente, pero no creo que sea fácil. Él lo va a superar, estoy seguro. Sólo dale tiempo, encontrará otra cosa en cualquier momento.

—Sí, sé que tienes razón, pero al infierno, no he mostrado interés en nadie y ahora él piensa que estoy equivocado. Voy a empezar a patear su culo como en la escuela primaria.

—No creo que debas preocuparte por él ahora. Ella es caliente y si realmente vas a salir con ella, vas a tener que acostumbrarte a chicos coqueteando y revoloteando cerca de ella. Al menos no es una puta total como Maria, por lo que no tienes que preocuparte por ella tirándose a todos tus amigos.

—Sí, pero no me tiene que gustar. Supongo que si voy dando puñetazos por ahí a cada chico que la mire, no podría verla ya que estaría encerrado en la cárcel. —Él se ríe mientras Euge se une a nosotros de nuevo en la mesa.

—Umm, Peter, ¿crees que podrías dejarnos a Vico y a mí solos por un rato? Ve a jugar al  hockey de aire o algo así —pregunta ella tanteando el terreno.

—Claro… —contesto sacudiendo la cabeza y levantándome. Me pregunto si ella va a regañar a Vico por su comportamiento anterior con Gastón. Espero que no. Vico no necesita esa mierda, no es su culpa que Gastón también la quiera.


Mientras voy pasando por los baños, siento una mano agarrando mi brazo y tirándome dentro de un cuarto oscuro.


CONTINUARÁ...
___________________________________________________________
Siento no haber subido estos días, no he podido. Pero hoy si puedo subo los tres caps de los otros días más el de hoy. Gracias por comentar!

1 comentario: