PETER
L
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ali está en Los Ángeles hoy. De hecho, está
abajo en el centro de convenciones. Sé que esto no debería ser lo único en mi
mente, pero lo es. Agarré una de las agendas para la feria a la que está
atendiendo así podía mantener mi agenda despejada. He cancelado dos
entrevistas, lo que no le cayó muy bien a María. Ella demandó, en un chillido
muy fuerte, que debía decirle a quien embaracé para que ella pudiera hacer
control de daños. Le he dicho muchas veces que nadie está embarazada, pero ella
no se lo cree. Su obsesión con el embarazo está empezando a asustarme.
Quería recoger a Lali del aeropuerto, pero no me
atreví a preguntarle a qué hora llegaba su vuelo. Necesito tratar de mantenerme
tranquilo aun cuando estoy tentado a visitar ese lado del hotel para
encontrarla. Vamos a cenar esta noche en mi pent-house. No voy a sacarla de
este hotel si puedo lograrlo. No quiero que su cara esté en todas las columnas
de chismes y programas de televisión de mala muerte. Ni
siquiera quiero que la prensa sepa su nombre. Empezarán a investigar y eso
perjudicará a Noah.
Sin embargo no debería traerla a mi cuarto. Sé
que es un error, pero desde que la besé la noche en que le dijimos a Noah que
yo era su padre, no he podido parar de pensar en ella. Sé que ella está fuera
de alcance. Sé que se va a casar con otro hombre. Soy un masoquista porque
tenerla en mi espacio es suficiente para mí, aun si no puedo tocarla como
quiero.
Miro al gato sin nombre en el alféizar de la
ventana y tengo que reírme.
Noah no puede esperar para conocerlo. He
empezado a buscar casas en Beaumont, algo para mí y Noah. La mayoría de las
cosas tienen un buen tamaño, pero quiero un gran patio y algo con un sótano que
pueda hacer a prueba de sonidos y convertirlo en un estudio. Por más que me
gustaría tomarme una semana libre al mes, las fechas límites están asomándose y
este nuevo disco se está juntando demasiado rápido. Eso significa que María programará
otra gira y nos pondrá de vuelta en la carretera y lejos de Noah.
Debí haber parado esas canciones.
Un golpe en la puerta y el anuncio de servicio a
la habitación pone una sonrisa en mi cara. La recepción sabe que tiene que
darle a Lali una tarjeta de acceso a mi piso cuando se presente ahí en unos
minutos. Estoy muy nervioso.
Abriendo la puerta, es uno de los chicos
regulares de entregas. Esto es bueno y malo. Bueno porque lo conozco. Malo
porque él sabe que como solo y esta noche definitivamente no voy a comer solo.
—¿Teniendo compañía esta noche señor Page?
—pregunta mientras empuja el carrito de servicio dentro de mi cuarto.
—No, Michael, solo una reunión.
—Qué cena más romántica y sofisticada para una
reunión.
—Ella está escribiendo un libro. Tengo que
asegurarme que tenga todo bien. No quiero ser mal citado —miento.
—Oí eso señor Page. ¿Dónde lo quiere?
Lo quiero en mi cuarto, pero no es una opción.
En el balcón es donde vamos a comer, pero no quiero que el servicio al cuarto
sepa eso. No tengo duda de que Michael va a chismear cuando vuelva abajo.
—Comeremos en la mesa —digo. Él asiente y empuja
el carrito hacia allá, descargando y colocando la mesa. Miro mi reloj, contando
los segundos mientras pasan. Él parece estar moviéndose extremadamente lento.
Ella va a aparecer en cualquier momento.
—Puse la botella extra de champán en su
refrigerador, señor.
—Gracias, Michael. —Le paso su propina y él sale
por la puerta. Suspiro aliviado. Ahora solo necesito a Lali.
Un suave golpe me envía corriendo hacia la
puerta. Bajo la mirada hacia lo que estoy usando y golpeo mi cabeza contra mi
puño. Debí haberme cambiado. Vamos a tener una bonita cena y yo estoy vestido
en jeans y una camiseta. Abro la puerta, mi respiración se detiene. Parada
frente a mí está mi chica. Su cabello está recogido en un moño, una cuentas
hebras colgando alrededor de su cabeza.
Está usando un vestido rojo con cuello V que me
está mostrando cada curva que recuerdo y unas nuevas que creo que debo aprender.
Su vestido es hasta la rodilla y rápidamente se encuentra con un par de botas
altas hasta la rodilla. Una imagen de mí arrodillado con el cierre en mi boca
pasa rápidamente ante mis ojos. Definitivamente algo que quiero intentar… con ella….
Algún día.
—Dios, La. Estás hermosa.
Ella se sonroja y pasa su mano por la parte
delantera de su vestido.
Haciéndome a un costado para dejarla entrar,
inhalo profundamente cuando pasa así puedo oler su esencia. Puras flores, muy Lali.
Cuando pasa mis ojos se deleitan con su espalda, trago saliva.
Cierro la puerta de un golpe causando que ella
salte. Cuando se voltea su sonrojo no ha bajado y espero que sea porque le
provoco eso y no porque se está arrepintiendo de subir a mí cuarto.
—Lo siento. No quise asustarte.
—Está bien. Solo estoy un poco nerviosa hoy.
Entiendo los nervios. Los he tenido todo el día.
La guío hacia la sala. Sus ojos se abren como platos cuando ve la vista desde
la pared de vidrio.
—Guau, Peter esto es… —Ella se acerca a la
pared, dejándome parado aquí y dándome la oportunidad de observarla asimilar
las brillantes luces de Los Ángeles. Ella sacude su cabeza, su mano cubre su
boca.
—¿Qué pasa? —pregunto, manteniendo mi distancia.
—Puedo ver por qué me dejaste. Es hermoso.
—Es muy espectacular en una noche así, durante
el día, no tanto. —Me acerco por detrás de ella y coloco mi mano suavemente
sobre su cadera—. Mira hacia allá. —Señalo donde las luces están iluminando el
cielo—. Esa es una premier de cine. Probablemente hay miles de fans gritando
ahí abajo ahora mismo.
—¿Alguna vez has ido? —pregunta. Ella cierra sus
ojos y apoya su cabeza sobre mi hombro. Tengo que recordarme ser un buen chico.
—Sí. Es una experiencia. —La sostengo así por un
momento, deseando que pudiera ser toda la noche—. Lali, lo que dijiste, sobre
mí, dejándote por esto. No es así. Te quería conmigo en cada minuto de cada
día, pero no creí que tú vendrías.
Ella no contesta y hace lo impensable y se aleja
de mí para mirar alrededor del cuarto. Ella toca mis Grammy’s, mis discos de
oro y las portadas de álbumes que tengo en la pared.
—Lo has hecho muy bien solo.
—Estaba decidido. Tenía un montón que probar.
—¿A quién?
—Principalmente a mí. —La llevo hacia la mesa,
retirando una silla para ella. Se sienta y yo la empujo ligeramente. Ella pone
su servilleta sobre su regazo mientras nos sirvo champán.
—Discúlpame por no arreglarme. Este es mi
atuendo usual hasta que estoy en uno de esos eventos. —Señalo la ventana.
—¿Vas a menudo?
Quito las tapas de nuestra comida y me siento.
—Depende de lo que estoy haciendo. Si voy a
sacar un nuevo disco, sí voy. Es publicidad gratis y podré promocionar la fecha
de lanzamiento o hablar sobre la canción sonando en la radio. He ido unas veces
porque yo, bueno, en realidad mi banda, ha participado en la banda sonora.
Lali está en silencio por unos minutos. Se
concentra en su comida y me pregunto si dije algo malo. Espero que no, pero
ella tiene que ver cuán diferente mi vida es aquí de lo que habríamos tenido en
Beaumont.
—¿Puedo hacerte una pregunta?
—Por supuesto —dice ella antes de tomar un sorbo
de su champán.
—¿Te habría gustado todo esto? Las luces, el
ruido, viajar largas horas.
No poder llevar una vida tranquila. No podrías
caminar por la calle sin que alguien te tome una foto. Te preocuparías de lo
que usarías en una premier o quién sería el diseñador y las personas serían tus
amigos por quién eres o con quién estás casada. ¿Esto es algo que podría ver
para ti?
Lali baja su tenedor, llevando su servilleta a
sus labios. Cuando la aleja, me sonríe.
—Si me estás preguntado si podría vivir hoy así,
la respuesta es no. He tenido una vida tranquila los últimos diez años no
sabría qué hacer con todo esto si tuviera que hacerlo ahora. Pero tú habías
dicho que me estabas dando a elegir entre no volverte a ver o mudarme aquí así
podrías probar suerte con la música, habría ido contigo. Me habría ido esa
noche porque tú eras mi vida, Peter.
—No creía que lo harías y no quería escucharte
decirme que no o que me subestimaras por querer algo diferente. Necesitaba
intentar esto.
—¿Y ahora que lo has hecho?
Sacudo mi cabeza. No hay una respuesta correcta
para esta. No importará lo que diga porque he perdido diez años con ella y
nuestro hijo. —Amo mi vida, La, y la odio al mismo tiempo. Amo lo que hago:
hacer música y entretener a las personas. Escribí un disco que tú y Noah
inspiraron en dos semanas. Esa sola sensación es indescriptible para mí. —Me
inclino hacia adelante y tomo su mano en la mía—. Pero no tenerte en mi vida ha
sido duro. Extraño todo de ti y me levanto en la mañana y pienso “qué mierda
hice” porque tenía a la chica más hermosa a mi lado y la dejé ir ¿Por qué… por
esto? —Extiendo mi brazo—. Vivo en un hotel porque es conveniente. Me cocinan, limpian
y lavan mi ropa si quiero. Tengo a alguien que dicta que entrevistas puedo
hacer y que ropa de diseñador voy a usar. Soy yo su jodido títere porque le
pago para que haga este trabajo y pienso en desistir, pero después pienso en
porqué lo hago y no puedo.
—Eres muy bueno en lo que haces.
—Gracias —digo llevando su mano a mis labios.
Coloco pequeños besos en sus nudillos. De mala gana suelto su mano y nos sirvo
más champán.
—¿Estás tratando de emborracharme?
Le doy mi mirada patentada. Su hermosa boca se
abre, sus ojos se ponen vidriosos. Lali acaba de conocer a Peter Page.
CONTINUARÁ... ¡Lo siento! ¡Lo siento! Siento haber tardado tanto en publicar el cap, pero en menos de dos semanas son los exámenes de prueba de acceso a la universidad y me estoy preparando así que en este tiempo voy a subir poquito, pero prometo que en cuanto termine, voy a hacer maratón!! Y si hoy más tarde puedo, subo el siguiente. ¡Un beso y gracias por leer!
++++±++++
ResponderEliminarHaaay extrañaba la novelas, suerte :)
ResponderEliminarPreparate muy bien ,k te espero.
ResponderEliminarSuerte!!!!
Jjaja ,parece k esa era la idea