LALI
H
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e sido capaz de evitar la mayoría de las
expresiones de Peter hasta ésta. Sé que mi boca está abierta como la de un
pescado, mi lengua seca. Cruzo las piernas para protegerme del latido entre los
muslos.
Me apoyo contra el asiento y él sonríe,
sacudiendo la cabeza. Él se levanta, deteniéndose junto a mí.
—¿Qué sucede, La? —susurra seductoramente, su
nariz rozando detrás de mi oreja haciendo que mi aliento se agite y sea poco
firme. Cuando me muerde la oreja, me remuevo en el asiento. Tengo que alejarme
de él antes de que haga algo de lo que me arrepienta.
Él comienza a reír y planta un beso en mi
mejilla. Cuando regresa de la cocina tiene otra botella de champán, y ahora
estoy en problemas.
—Eso no fue muy agradable —dijo, tratando de ser
firme—. Sabes, si tienes algún problema, podría ayudarte. —Sus ojos están
taimados mientras me mira. Traga y observó su nuez de Adán moverse, recordando
los innumerables besos que he ubicado ahí.
—He oído sobre esta expresión que pones para las
mujeres.
—No te tenía por alguien que comprara esas
revistas de chismes.
—Candela sí y me contó. Quiere ir a uno de tus
conciertos, no sabía quién eras hasta que llegaste a la ciudad. Quiero decir
que sabía, solo que no estaba al tanto de la conexión.
—Recuérdame de enviarle entradas y un pase
detrás del escenario.
—No lo creo —respondo. No creo que quiera que
otra mujer jamás experimente esa mirada de Peter de nuevo.
—Marian Espósito, ¿estás celosa?
Levanto mi vaso y bebo un poco de coraje
líquido.
—Ella cree que eres atractivo. Sé que es mi
amiga, pero también sé que no ha salido con nadie en tres años y si tú le
hicieras eso ella se convertiría en una pila de una sustancia pegajosa y caería
a tus pies. Odiaría pensar…
—Solo tengo ojos para una mujer, punto. —Peter
deja su cuchillo y su tenedor, apoyando los codos en la mesa y doblando las
manos—. Cuando te vi, supe que había cometido un error. Nunca debería haberme ido
o al menos debería haber regresado por ti. Mi vida es mejor contigo en ella, Lali.
No voy a hacer nada para poner eso en peligro.
—Me voy a casar —digo ahogadamente. Pablo y yo
hablamos sobre poner una fecha cuando regrese y ya he dejado que Peter me toque
y me bese. Mi Dios, ¿eso en qué me convierte?
—¿Dónde está tu anillo?
Me miro mi dedo izquierdo desnudo. De todas las
veces que Pablo la ha pedido, jamás me ha mostrado un anillo. Quizás piense que
no quiero uno, aunque no estoy segura de por qué tendría esa idea, porque sí
quiero uno.
Quiero llevar lo que él ha elegido para
simbolizar su amor por mí.
—Es un idiota. —Peter lanza su servilleta sobre
la mesa—. Si fueras mía, ese dedo no estaría desnudo, especialmente si
estuvieras visitando a tu ex novio.
—No sabe que estoy aquí. Quiero decir, sí sabe
que estoy en Los Ángeles, pero no sabe que estoy aquí contigo.
Peter empuja su silla y se pone de pie. Toma un
control remoto y la música comienza. Camina los tres pasos hacia mí y me ofrece
la mano.
—Baila conmigo.
—No debería —susurro, incapaz de mirarlo.
Sus dedos rozan mi mandíbula. Suavemente levanta
mi rostro; mi mirada encuentra la suya.
—Lo quieres, La, no lo niegues. No diré nada.
Empujo mi silla hacia atrás y me pongo de pie,
tomando la mano ofrecida. Él nos lleva hacia el medio de la sala, golpeando un
interruptor en la pared para bajar la potencia de las luces. Nos paramos en el
brillo de las luces de la ciudad.
Sus manos presionan suavemente en mi cintura,
los dedos abiertos para sentir más de mí. Mantengo las manos en sus hombros,
una distancia segura de su cabello, mientras nuestros cuerpos se mueven con la
melodía llena de sentimiento que viene de su estéreo. Él me acerca, sus manos
moviéndose por mi espalda. Una mano viene hacia adelante, apartando mechones de
cabello de mi rostro.
Cada centímetro de mi cuerpo está en llamas. La
expresión en sus ojos me dice que me desea, solo tengo que dar el primer paso.
Su mano vaga hacia abajo por mi espalda, tomando mi trasero, empujándome más
cerca de él. No he olvidado cómo es estar cerca de él; no creo que jamás lo
haga. Nos enseñamos todo mutuamente. Exploramos nuestros cuerpos, aprendiendo mientras
nos volvíamos amantes. Sabía cómo satisfacerlo, conocía cada lugar secreto que
lo hacía estremecerse y retorcerse.
Su otra mano se desliza hacia arriba por mi
brazo, levantando mi mano y ubicándola en su nuca. Mis dedos se meten en su
cabello y él gime. Sus ojos se cierran con un aleteo. Lo ha dejado crecer desde
la primera vez que lo vi en Beaumont. Así me gusta más.
Su mano aferra mi cadera, acercándome aún más,
frotándose contra mí.
Me muerdo el labio para evitar que mi boca se
abra. La anticipación crece. El deseo está ahí y él lo sabe. Me está
estudiando, marcándome como su presa. Sus ojos están entornados, humosos. Se lame los labios, observándome buscando una
señal de que puede dar el siguiente paso.
No puedo dárselo.
No lo haré.
—¿A quién estamos escuchando? —preguntó con la
esperanza de romper la tensión en el aire. La voz del cantante es ronca y sexy.
Podría escucharla por horas. Peter me inclina un poco hacia atrás, la hinchazón
de mi pecho al nivel de su boca. Besa cada pecho antes de besar el valle en mi escote.
—A mí —dice contra mi piel.
—¿Sobre quién estás cantando?
Con cuidado, tira de mí hacia adelante. Mis
manos instantáneamente se enredan en su cabello. Me mira la boca y luego los
ojos.
—Sobre ti.
—¿Yo?
—Solo tú, La —dice cuando sus labios encuentran
los míos. Tiene una mano en mi cabello, la otra abierta en mi espalda. Él es
suave, tirando de mi labio inferior tan suavemente entre sus dientes. Cuando lo
deja ir, vuelve a mi boca, trazando mi labio inferior con su lengua. Debería
alejarlo, pero no puedo.
Quiero esto.
Quiero sentirlo.
Encuentro su lengua con la mía. Gime, poniendo
un ritmo lento y firme. Nuestros cuerpos entran en un acalorado frenesí. Su
boca deja la mía, dejando besos por mi mandíbula hacia mi oreja y mi cuello. Me
sostiene con seguridad mientras me canta con palabras y besos. Necesito detener
esto. Tengo que pensar en Pablo, pero éste es Peter y yo…
Él me dejó.
Mis manos encuentran sus hombros y empujo. Sus
brazos se aflojan mientras me mira. Sacude la cabeza y se aleja de mí. Sus
manos tironean de su cabello.
—Lo lamento…
—No necesitas disculparte. No debería haber
hecho eso —digo. Mis manos se sienten vacías sin él. Quiero estirarme hacia él,
sostener su mano, pero eso enviaría el mensaje equivocado. Ya es
suficientemente malo que hayamos ido tan lejos. Estoy comprometida y esto es engañarlo—.
Debería irme.
Él no dice nada, solo asiente. Está mirando las
luces de la ciudad probablemente recordando por qué me abandonó. Lo miro una
última vez antes de abrir la puerta.
—Lali, espera. —Me detengo y me vuelvo, cerrando
la puerta detrás de mí. Él está ahí, junto a mí, antes de que pueda recuperar
el aliento—. Lo lamento. Nunca debería haberte puesto en esa posición. Fui
egoísta y solo pensé en mí y en cuánto te echo de menos. Estabas aquí, en mi
casa, y no pude resistirme. Eres una tentación para mí y ahora mismo quiero
tomarte en brazos y llevarte a mi cama y no permitir que te vayas.
—No puedo. Yo…
Peter pone su dedo en mis labios.
—Solo estoy diciéndote lo que quiero para que
mis señales no se mezclen. Quiero que sepas exactamente cómo me siento porque
la última vez que guardé secretos, nos arruiné.
—No podemos hacer esto, Peter. Voy a casarme.
—Entonces esperaré. Para siempre, si tengo que
hacerlo. —Ubica un ligero beso en mi mejilla, sosteniéndome contra él—. Quiero
verte mañana.
—No lo sé.
—Seré el perfecto caballero. Lo prometo.
Asiento mientras él me abre la puerta. Con una
última mirada dejo su hogar. Miro hacia atrás mientras espero el ascensor y él
está de pie contra la puerta, las manos en los bolsillos, observándome. El ding del ascensor que llega me rompe el corazón.
CONTINUARÁ... Hola otra vez!!! Bueno, como he dicho subo otro hoy. No sé cuando voy a volver a subir, espero que sea prontito, la verdad, pero no prometo nada. Gracias a las que me habéis deseado suerte, la necesitaré :) Si veo que se me complica mucho subir, programaré algunos capis para este par de semanas así no os quedáis sin nove, y luego hacemos maratón para terminarla. Y cuando suba el cap. 30, más o menos subiré las sinopsis de las prox. noves para escoger; la verdad es que hay varias que quiero hacer pero como no me decido lo dejo a vuestra elección! ¡Un beso y gracias por leer!
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ResponderEliminar@x_ferreyra7
Massssss :)
ResponderEliminar+++++++++++
ResponderEliminarEn menudo dilema se encuentra Lali.
ResponderEliminarayy me encantaa me muero x mass
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