lali
Voy a matar a mi hermano. ¿Cuál hermano preguntas?
Gastón Espósito. Euge y yo estamos en nuestro camino a un bar local en el que Gastón y Peter
están en una mierda de borrachera. Sé esto sólo porque Gastón llamó a Euge hace
unos treinta minutos. Al parecer, le estaba vertiendo su corazón y le tomó toda
la conversación telefónica hacerle derramar donde están. Nuestro plan es entrar
y salir. Sí vamos a ver eso.
Hemos tomado prestado el coche de Vico desde que tengo
el mío destrozado. Lo tuve por la graduación y no duró mucho después de eso.
Aparcamos en la acera justo delante del bar. Caminando a través de la puerta, arrugo
la nariz ante el olor a sudor y alcohol. Se ve como cualquier otro bar con sus
stands a los costados y una pista de
baile en el centro. El bar se encuentra al lado opuesto de la pista de baile y
tiene unos lindos taburetes
de cuero.
Escaneo el lugar por la familiar peluda cabeza rubia
de mi hermano y el corte rapado de Peter. Me toma un minuto para darme cuenta
de que miraba por encima de ellos. Peter está frente a la puerta principal y no
lo reconocí porque le ha crecido el cabello hasta la barbilla. La cabellera castañpa
es recta y ordenada y mi corazón late más rápido en el conocimiento de que está
más sexy que nunca.
—Ahí están. —Señalo hacia ellos para que Euge los vea.
Ella asiente y nos dirigimos de nuevo. Siento el nerviosismo a medida que nos
acercamos. No sé cómo va a reaccionar al verme. Cuando finalmente llegamos allí
y mira hacia arriba, todo el color se drena de su cara. Tenía miedo de eso.
—¿Quue diabblos, La? —Mi hermano borracho me insulta.
Los ojos de Gastón se nublaron de intoxicación y
parece que va a tratar de levantarse cuando se da
cuenta de que Euge está conmigo—. Euge, bebé, lo logrr-aste.
—Sí Gas, lo logre. Ambos sonaban realmente idos en el
teléfono, así que llegamos a llevarlos a casa para que no se hieran a ustedes
mismos —dice con dulzura.
—De acuerdo. —Él responde intentando alcanzar su mano.
Por supuesto, falla y casi se cae de la cabina, pero Euge lo atrapa.
—Guau allí, muchachote. ¿Puedes caminar hasta el
coche? Te traeré de vuelta a casa de Peter y Lali llevará la camioneta de Peter
hasta allí. —Le da una palmadita en la espalda.
—Él no teen-drá essa camioneta nuunca más. —Él la mira
borracho y yo lucho contra una carcajada.
—Está bien, los dejaremos averiguarlo, ¿está bien?
Vamos a llegar a casa. —Se frota la parte superior de su
cabeza y él la acaricia como un gato.
Después de ayudarlo a ponerlo en sus pies, los veo
tambalearse hacia la puerta. Cuando no puedo ni verlos, me dirijo de nuevo a Peter.
Está haciendo cualquier cosa menos mirarme. Sé que la he jodido a lo grande,
pero haría cualquier cosa para borrar el dolor escrito en su rostro.
—Vamos, Peter, vamos a llevarte a casa —digo tratando
de mirarlo a los ojos—. No tienes que ser de esta manera.
Una mirada de pura ira se apoderó de su rostro.
—En realidad, Lali, tengo que ser así. No me importa
lo que tengas que decirme. No sé lo que crees que vas a lograr por venir aquí y
ayudar. Malditamente no me interesa.
Bueno, ciertamente no está tan borracho como Gastón.
—No sé lo que estás pensando, pero sólo estoy aquí
para llevarte a casa. Gastón llamó a Euge vertiendo su corazón mientras estaba
una mierda borracho. Ella dijo que estabas aquí también y que tendría que
conducir la camioneta a casa.
Tuve un escalofrío que recorrió el centro de mi espina
dorsal cuando vi nada menos que esa perra de Maria salir del baño de chicas.
Eso habría estado bien y todo, pero cuando caminó hacia la mesa de Peter y se
sentó junto a él, todo lo que podía ver era rojo. Tuve aún más furia cuando él
parecía estar esperándola. Estoy totalmente rota.
—¿Qué demonios, Peter, había que bajar de grado?
Puedes hacer algo mucho mejor que esta puta barata.
—¿Perdón? ¿Quién eres tú? —dice ella y realmente
parece que no sabe quién soy. Genial, esto debe ser divertido.
—Soy Lali Espósito. ¿Te suena? Soy la razón por la que
te tuviste que someter a cirugía plástica para reparar tu nariz ya falsa. —Me
siento como si tuviera vapor saliendo de mis orejas.
Ella escupe tratando de pensar en una de regreso. Se
vuelve a Peter.
—Pensé que habías dicho que te dejó.
—Ella si me dejó, Maria. Gastón llamó a Euge, que es
compañera de habitación con Lali —le dice, pero ella no parece entenderlo.
¿Mucho aire en la cabeza?
—Bueno, entonces, ¿por qué sigues aquí? ¿No ves que no
eres querida? —Ella se acurruca junto a él y me siento mal. Ella toca lo que
debería ser mío, lo dejé ir porque no podía manejar mis propios problemas.
—Sí veo que no me quiere. Me largaré de tu cabello.
—Se necesita toda la fuerza de voluntad que hay en mí para decir esas palabras.
He actuado de forma inmadura con Peter y lo he jodido a lo grande, por lo que
es inútil tratar de arreglar algo que no puedo.
Me vuelvo antes de que esa perra loca tenga algo que
decir a eso. Salgo por la puerta con la esperanza de que puedo lograr llegar
muy lejos antes de que las lágrimas empiecen a caer. Ahí es cuando me doy
cuenta de que no tengo un aventón a casa y los dormitorios están a diez
kilómetros de distancia. Sí, voy a decir ahora mismo
que el karma es una perra.
—Espera, Lali. —Le oigo decir a mis espaldas. Muy
tarde, esas lágrimas estúpidas empezaron a llegar—. Deja que te lleve a casa. O
puedes conducir porque he bebido unas cuantas.
Asiento sin darme incluso la vuelta. Camina y me pasa
n el estacionamiento al lado del bar. Lo sigo al Audi de su hermano pequeño.
¿Qué clase de monstruo enfermo soy que le hice renunciar a Betty? Le encantaba
esa camioneta tanto como su hermano.
Se sube en el lado del pasajero después de
desbloquearlo. Camino hacia el lado del conductor y pauso tratando de tener mis
lágrimas bajo control. Es inútil. Él se inclina y hace sonar la bocina y me
asusta casi hasta la muerte. Me meto en el auto y lo miro. Está mirando por la
ventana evitando mirarme de nuevo. No puedo controlar mis lágrimas ya mientras
pongo mi frente sobre el volante y sollozo.
Peter
No puedo soportar esta mierda. No pude soportarla
antes, cuando la amaba. Ahora la amo y la odio. Sé que ella no está haciendo
esto para conseguir una reacción de mí. Lali nunca llegó a extremos dramáticos
para conseguir lo que quiere.
—Oye, detén eso. Éstas haciendo doler mi corazón.
—No puedo... ellas nunca paran... sólo lloro así todo
el tiempo... —solloza en sus manos. Su respiración comienza a ser errática, así
que hago lo único que se me ocurre.
Pongo mis manos sobre sus hombros para traerla hacia
mí.
—Lali, bebé, tienes que respirar. Por favor, no te
desmayes aquí —le ruego—. Basta con mirarme a los ojos y respirar conmigo.
—Aspiro a través de mi nariz y exhalo por la boca. Poco a poco empieza a
imitarme y su respiración vuelve a ser normal. Entonces ella hace lo que yo no
puedo resistir. Sus pequeños dientes blancos perfectos muerden el labio
inferior.
Me muevo con rapidez antes de volver a mis sentidos.
Sólo una noche más, me digo. Eso es todo lo que voy a tener antes de que ella salga
de mi vida para siempre. Cuando nuestros labios se encuentran, siento que he
vuelto a casa. Cuando nuestras lenguas se tocan, los últimos cuatro meses no
importan, ni siquiera pasaron. Cuando pasa los dedos por mi cabello, está bien
volver a respirar. Y cuando ella se sube encima de la consola y
en mi regazo, ya no la odio en absoluto.
Ella tiene sus brazos enjaulados alrededor de mi
cabeza chupándome entre ella y me encanta cada segundo de esto. No debería
estar haciendo esto con ella. Sólo va a romper mi corazón otra vez, pero no
puedo parar. Paso los dedos por el final de su camisa moviéndome hacia arriba,
dentro para sentir su piel cremosa. Es mejor de lo que recuerdo.
Como siempre con Lali, ella no puede tomarse su tiempo
con lo que sea. Aunque en este momento y al no haberla tocado en cuatro meses,
estoy en su tren de alta velocidad. Mi camisa va por encima de mi cabeza y
estoy a punto de perderla cuando ella empieza a correr sus manos arriba y abajo
de mi piel desnuda. Quiero tocar su piel desnuda sobre mi piel desnuda, así que
me encuentro quitándole la camiseta y la arrojo en el asiento trasero. Voy por
su sujetador negro de encaje, que va y se une con la camisa en la parte
posterior.
Cuando veo sus perfectos pequeños pezones rosados, creo
que mis ojos se cruzan. Entonces me encuentro inclinándome hacia adelante a
chuparlos en mi boca y lamiendo el infierno fuera de ella. Ella tiene sus
brazos enjaulados alrededor de mi cabeza de nuevo, con la espalda arqueada y la
cabeza echada hacia atrás. La piel de su espalda se siente tan suave cuando la
abrazo hacia mí, succionándola. Ella gime, frotando su calor en mi ingle y sé
que esto va a ser muy rápido. Casi antes de que comience, dejo ir su pezón con
un chasquido audible y busco los ojos verde chispeante.
—¿Estás mojada, bebé? —pregunto sin aliento
En respuesta, cierra los ojos y asiente. Mis manos
llegan bajo su falda para tirar de sus bragas negras cortas de chico y tenemos
que maniobrar alrededor, hasta que esta fuera dejándola en tan sólo su falda.
Veo su sexo en la luz de la lámpara desde el exterior y mi pene late
dolorosamente. Hago estallar el botón superior y tiro de la cremallera y luego
ella se hace cargo de tomar mi miembro fuera de mi ropa interior. Inclina su
cabeza hacia abajo a la mía y pone sus labios en los míos, y entonces nos
devoramos como lo que solía ser.
Sus suaves manos haciendo un puño alrededor de mi
dureza y tiran hacia arriba y hacia abajo volviéndome loco. Rompo el beso y
tiro de un condón de mi cartera que está en el tablero de instrumentos. Rasgo
el paquete de aluminio y enrollo la cosa por mi pene. Levanto la vista y miro
fijamente a sus ojos, deseando decirle que no y salir a hacer algo más que
tener sexo conmigo en el coche de mi hermano. Ella no hace caso y en poco
tiempo está deslizando su humedad sobre mi longitud, haciéndome salvaje. Sigo
sus caderas con las manos y la sostengo mientras todavía la empalo lento en mí.
Los dos dejamos escapar un gemido cuando estoy en ella hasta el final. Es tan
apretada y encaja como un guante.
Ni siquiera ha empezado a dar vueltas en mi cabeza el
hecho de que estoy dentro de ella y ya empieza a mover sus caderas en un
movimiento circular. Eso se siente tan increíblemente bien. Llevo mis manos por
sus costados, más allá de sus pechos, hasta los hombros en su pelo y llevo la
frente para que descanse en la mía. Nos miramos a los ojos mientras me monta.
La lentitud que está usando está volviéndome loco, así que pongo mis manos en
sus caderas atrás y empiezo a moverla de arriba abajo más rápido. Mi pulgar se
mueve hacia abajo para frotar en la protuberancia hinchada y ella gime bajo y
profundo. Ni una sola vez aparta la mirada de mis
ojos.
La veo cuando está a punto de llegar. El fuego en sus
ojos brillantes y su boca forma una perfecta O. Sus movimientos se vuelven
bruscos y deja escapar un grito mientras su canal ordeña mi polla por todo su
valor. Libro su cuerpo al mío mientras me corro, gimiendo. Ni una sola vez sus
ojos dejan los míos.
***
Después del alucinante sexo, nos ponemos la ropa de
nuevo de la forma en que se supone que es y ella conduce a mi casa. No hemos
dicho nada entre nosotros. No sé ni qué decir. Me está comiendo lo que acabamos
de hacer. Eso tiene que ser la cosa más estúpida que he hecho en toda mi vida.
Tú no tienes relaciones sexuales con tu ex-novia mientras todavía estás
enamorado de ella. Ella pensará que está bien volver a mi vida. Bueno, tengo
noticias para ella. Hemos terminado y vamos a seguir así. Ella rasgó mi corazón
aún latiendo fuera de mi pecho y lo pisoteó. No se puede dejar a una conexión
como la nuestra ir como ella lo hizo. No voy a perdonarla por algo por lo que
ni siquiera perdono a mi padre.
A medida que nos acercamos a mi casa, mis manos
comienzan a sudar y realmente hay un nerviosismo en mi estómago como si hubiera
tragado mariposas. ¿Cómo le dices a alguien que no quieres ser demasiado cruel,
pero que se pierda? Sí, esta va a ser una de mis conversaciones favoritas de
todas. Se detiene en el camino de entrada y apaga el motor.
No decimos nada y después de un tiempo, ella sólo sale
y se dirige a mi casa. Bueno, eso no fue tan bien. Rápidamente me bajo del auto
y corro tras ella sólo para descubrir que agarró una manta de la parte
posterior del armario de la ropa y se acurrucó en el sofá para dormir.
—¿Qué estás haciendo? —pregunto por razones que no
tengo ni idea.
—Me voy a dormir, ¿qué te parece que estoy haciendo?
—responde sin ni siquiera abrir los ojos.
—No vas a dormir en el sofá, Lali. Puede que no
estemos juntos, pero no soy un completo idiota. No te dejaré dormir ahí, así
que ve a mi habitación y estréllate en mi cama. —Espero que se levante y salga,
pero ni siquiera se inmuta—. Lali, quiero decir que vayas a dormir a mi cama.
Voy a dormir en el sofá. Diablos, es lo menos que puedo hacer ya que me
trajiste a casa.
—No voy a dormir en tu cama, Peter —lo dice con
severidad, como una madre o algo así.
Empiezo a estar realmente cabreado aquí.
—¿Por qué mierda no? —Casi grito.
—¡Maldición, porque huele a ti, idiota! —me grita y
espero que no despierte a Gas o Bauti.
—¿Qué tiene eso que ver con nada? —Me siento en el
sofá porque estoy tan cansado de estar de pie.
—¿Qué tiene eso que ver con nada? ¿Eres idiota? ¿En
serio? Joder, te amo y tú no me quieres amar nunca más. ¿Cómo se supone que voy
a dormir en algún lugar que huele a ti y tener todos esos recuerdos? Me duele
sólo estar en tu casa. Me siento como si alguien me estuviera apuñalando en el
intestino sentada aquí contigo. —No me mira mientras dice esto, pero siento el
dolor saliendo de ella en oleadas. Coincide con el mío.
—Sabes que este sofá tiene muchos recuerdos. Quería
quemarlo, pero a Bauti no le gustaba la idea. —Me recuesto a descansar sobre el
respaldo del sofá. Siento que podríamos sacar algunas cosas de nuestro pecho y
quiero estar cómodo.
—Sí, bueno, no huele como tú, así que es más fácil
estar aquí que ahí arriba —afirma señalando con el dedo hacia arriba por las
escaleras a mi habitación.
—¿Por qué lo hiciste entonces? No hacía falta que me
dejaras, habría estado allí para ti. Podríamos habernos ahorrado cuatro meses
de dolor. Podrías tenerlo de todos modos. —Miro fijamente la parte posterior de
su cabeza y se va a dar la vuelta y hablar conmigo. Dime por qué ella me hizo
esto. Ella empieza a juguetear con sus dedos en su regazo.
—Fue demasiado para mí. Sé que no fue tu culpa, pero
todavía el dolor de lo que perdí y luego tener que verte herido también. Era
abrumador. Era inmadura y no podía soportar el dolor que tenía que llevar. Así
que te dejé ir pensando que sería fácil, pero no lo fue. Creo que sólo lo
empeoraba todo.
—Siento que pensaras que tenías que llevar esa carga
toda por tu cuenta. Para alguien que tiene tantos miembros de la familia como
tú, no veo por qué tienes que hacerlo todo sola. Me gustaría haber estado allí
para ti, Lali. De hecho, siempre estoy aquí para ti, para siempre y por
siempre. —Suspiro frotando mi mano por mi cara—. Tú no eres la única que estaba
herida, lo sabes. Creo que lo que hiciste fue egoísta. Somos los únicos que
pasamos por ello. Y me dejaste ir a través de ello por mi cuenta. Diablos, te
dejas ir por esto sola. Tienes razón en el hecho de que lo hiciste peor de lo
que tenía que ser.
—Lo sé y lo siento. Lo siento mucho por todo. No te
merecías lo que te he hecho pasar. Eso es lo que hago cuando entro en pánico.
Corro y empujo a la gente lejos. Sé que lo que teníamos era especial y quiero
que vuelva a ese lugar. Quiero que seamos felices otra vez.
Siento que mi ira hierve la sangre en mis venas.
—¿Así que crees que puedes ir andando de vuelta a mi
vida y todo volverá a la normalidad? ¿Quién es el estúpido ahora? No puedo
estar de nuevo contigo, Lali. Simplemente no puedo. Tú dejándome fue lo peor
que he tenido que pasar y no voy a hacerlo de nuevo.
Lágrimas silenciosas empiezan a caer por sus ojos y
quiero abrazarla, y se necesita de toda mi fuerza de voluntad para no correr
con ella.
—¿Así que está bien follarme en el coche de tu hermano
en público, pero no está bien estar conmigo? Qué manera para hacerme sentir
como una puta.
Me estremezco.
—Eso no es de lo que se trata y lo sabes. Tenemos una
conexión fuerte y las cosas suceden. Tú no eres una puta ni nunca vas a ser una
puta.
—Sí, entiendo lo que estás diciendo. Me voy a ir ahora
—dice y la veo salir por la puerta principal. Quiero levantarme de este sofá y
correr tras ella, diciéndole que todo va a estar bien. No lo hago, sólo lloro.
CONTINUARÁ...
que fuerte.. que esten juntossss .subi massssssssss
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