TRAGO BARATO (Parte 2)
En el apartamento, todos
entramos tropezándonos por la puerta. Fui directamente al baño, a lavarme el
humo del cabello. Cuando salí de la ducha, vi que Peter me había traído una de
sus camisetas y un par de sus bóxers para cambiarme.
La camiseta me engulló y
los bóxers desaparecieron bajo la camisa. Me aventé a la cama y suspiré,
todavía sonriendo por lo que me había dicho en el estacionamiento.
Peter me miró fijamente
por un momento y sentí una punzada en mi pecho. Tuve unas ganas casi ansiosas
de agarrar su rostro y estampar mi boca sobre la suya, pero luché contra el
alcohol y las hormonas que corrían a través de mi sangre.
—Buenas noches, Pidge
—susurró, girándose.
Me moví nerviosamente,
aún no estaba lista para irme a dormir. — ¿Pit? —dije, inclinándose hasta
descansar mi mentón en su hombro.
— ¿Sí?
—Sé que estoy borracha y
acabamos de tener una enorme pelea sobre esto, pero…
—No voy a tener sexo
contigo, así que deja de preguntar —dijo, aun dándome la espalda.
— ¿Qué? ¡No! —Chillé.
Peter se rió y se giró,
mirándome con una expresión suave. — ¿Qué, Pigeon?
Suspiré. —Esto… —dije,
recostando mi cabeza sobre su pecho y pasando mis brazos a través de su
cintura, acurrucándome contra él lo más que me fue posible.
Él se puso tenso y levantó
sus manos, como si no supiera cómo reaccionar. —Estás borracha.
—Lo sé. —dije, demasiado
intoxicada para estar avergonzada.
Él relajó una mano contra
mi espalda y la otra sobre mi cabello mojado y luego presionó sus labios en mi
frente. —Eres la mujer más confusa que he conocido.
—Es lo menos que puedes
hacer después de asustar al único chico que se me acercó esta noche.
— ¿Te refieres a Vico el
violador? Sí, te debo una por eso.
—No importa. —dije,
sintiendo el comienzo de un rechazo venir.
Agarró mi brazo y lo
sostuvo en su estómago para evitar que me alejara. —No, lo digo en serio.
Tienes que ser más cuidadosa. Si no estuviera ahí… Ni siquiera quiero pensar en
ello. ¿Y ahora esperas que me disculpe por ahuyentarlo?
—No quiero que te
disculpes. Ni siquiera es por eso. ç
—Entonces, ¿Por qué es? —preguntó, buscando en mis ojos algo. Su
rostro estaba a pocos centímetros del mío y pude sentir su aliento en mi boca.
Fruncí el ceño. —Estoy
borracha, Peter. Es la única excusa que tengo.
— ¿Quieres que te abrace
hasta que te quedes dormida?
No contesté.
Él giró para mirarme
directamente a los ojos. —Debería decir que no para probar un punto. —dijo, sus
cejas se juntaron—. Pero me odiaría a mí mismo más tarde si digo que no y nunca
me preguntas otra vez.
Recosté
mi mejilla contra su pecho, y sus brazos me apretaron, suspirando. —No
necesitas una excusa, Pigeon. Todo lo que tienes que hacer es pedirlo.
****
Me estremecí, debido a la
luz del sol, que pasaba través de la ventana y la alarma sonando en mi oído. Peter
aún estaba dormido, rodeándome con sus brazos y sus piernas. Maniobré un brazo
libre para alcanzar el botón de dormitar. Pasé mis manos por mi cara, volteé a
verlo, durmiendo sonoramente a dos centímetros de mi cara.
—Oh, Dios mío. —susurré,
preguntándome cómo habíamos conseguido estar tan enredados. Tomé una
respiración profunda y la contuve, mientras trabajaba en librarme de sus
garras.
—Detente, Pidge, estoy
dormido. —Balbuceó, apretándome contra él.
Después de varios
intentos, finalmente me deshice de su agarre y me senté al borde de la cama,
mirando hacia su cuerpo medio desnudo envuelto entre las cobijas. Lo observé
por un momento y suspiré.
Las líneas se estaban
haciendo borrosas y era mi culpa.
Su mano se deslizó a
través de las sabanas y tocó mis dedos. — ¿Qué pasa, Pigeon? —dijo, apenas
abriendo los ojos.
—Voy por un vaso de agua,
¿Quieres algo?
Peter sacudió su cabeza y
cerró los ojos, aplastando su mejilla contra el colchón.
—Buenos días, Lali. —dijo
Nicolás desde el sillón reclinable cuando di vuelta en la esquina.
— ¿Dónde está Euge?
—Todavía durmiendo. ¿Qué
haces despierta tan temprano? —preguntó, mirando el reloj.
—Sonó la alarma, pero
siempre me despierto temprano después que bebo. Es una maldición.
—Yo también. —asintió.
—Será mejor que levantes
a Euge. Tenemos clase en una hora —dije, abriendo el grifo e inclinándome para
tomar un sorbo.
Nicolás asintió. —Sólo
iba a dejar que durmiera.
Sacudí mi cabeza. —No lo
hagas. Ella se molestara mucho si no asiste.
—Oh —dijo, poniéndose de
pie—. Creo que será mejor despertarla, entonces. —Dio la vuelta—. ¿Oye, Lali?
— ¿Sí?
—No sé qué está pasando
contigo y Peter, pero sé que él va a hacer algo estúpido para molestarte. Es un
tic que tiene. Él no se encariña con alguien muy a menudo y por el motivo que
sea a ti te lo está permitiendo. Pero tienes que pasar por alto sus demonios.
Es la única manera que él lo sabrá.
— ¿Sabrá qué? —Le
pregunté, elevando una ceja ante su discurso melodramático.
—Si vas subir por la
pared. —respondió simplemente.
Sacudí a mi cabeza y reí.
—Lo que tú digas, Nico.
Nicolás se encogió de
hombros y luego desapareció en su dormitorio. Escuché murmullos suaves, un
gemido de protesta y, a continuación, la dulce risa de Eugenia.
Removí la avena en mi
plato y apreté el jarabe de chocolate mientras lo revolvía.
—Eso es asqueroso, Pidge
—dijo Peter, vistiendo sólo un par de bóxers verdes. Frotó sus ojos y sacó una
caja de cereales del gabinete.
—Buenos días, también
para ti —dije, cerrando la tapa de la botella.
—He oído que se aproxima
tu cumpleaños. Lo último de tu adolescencia, —sonrió, sus ojos estaban rojos e
hinchados.
—Sí… No soy una gran
persona de cumpleaños. Creo que Euge me llevara a cenar o algo. —Sonreí—.
Puedes venir si quieres.
—Está bien —se encogió de
hombros—. ¿Es de este domingo en ocho?
—Sí. ¿Cuándo es tu
cumpleaños?
Vertió la leche, moviendo
el cereal con su cuchara. —No hasta abril. El primero de abril.
—Cállate.
—No, lo digo en serio.
—dijo, masticando.
— ¿Tu cumpleaños es el día
de los inocentes? —Le pregunté, una vez más, elevando una ceja.
Él se rio. — ¡Sí! Vas a
llegar tarde. Mejor vístete.
—Viajo con Euge.
Podría
decir que él estaba actuando intencionalmente calmado cuando se encogió de
hombros. —Como sea. —dijo, dándome la espalda para terminar su cereal.
CONTINUARÁ...
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